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Fueron algo así como los Beatles de Mallorca. Un grupo de chicos de entre 16 y 17 años que, movidos por las inquietudes propias de la juventud en la época franquista, decidieron, el verano de 1963 "cuando España todavía no había abierto sus puertas al turismo, ni la mente al progreso" formar un grupo musical que recorrería los escenarios más emblemáticos de la Isla en los 60. Este verano, 38 años después, The Xilvars ha decidido poner punto final a un silencio de varias décadas.

La noche de día 11 de agosto, en el marco de las fiestas de Sant Llorenç, Los Xilvars tienen previsto actuar en Selva, el pueblo natal de la mayoría de sus miembros. No obstante, «nuestra intención no es regresar a los escenarios, sino tocar para nosotros», manifiesta Joan Coll, el guitarra solista del grupo. Fueron él y Llorenç Reus (bajo), Joan Tortella (guitarra rítmica) y Jordi Llompart (batería) quienes se iniciaron en la aventura musical, atraídos por los sonidos electrónicos que The Shadows, los Beatles y Rolling Stones traían de Europa.

Fueron estos grupos europeos los que, con su música electrónica, sus vestimentas extravagantes, pelo largo y comportamientos rebeldes, rompieron con el pasado, convirtiéndose en un grito de guerra contra los viejos esquemas sociales y culturales», señala Coll, que recuerda el shock que esta cultura musical produjo en la España franquista. Tras varios meses de ensayo, Los Xilvars debutaron el sábado de Sant Antoni de 1964 en la fiesta que anualmente organizaba la entidad Sociedad de Fomento Cultural de Selva, donde tradicionalmente después de los foguerons se celebraba un baile. «Entonces nuestro repertorio se basaba en sólo 23 canciones de diversos grupos de moda en Europa.

Repetimos aquellas piezas hasta la saciedad, aunque aquello no pareció aburrir a la gente», recuerda Joan Coll. Aquel concierto fue un buen punto de partida y a partir de entonces Tomeu Cifre (voz) y Miquel Canyelles (órgano) se unieron al grupo y Los Xilvars empezaron a tocar en los escenarios más emblemáticos de la década de los 60 como el Novedades o el Mercantil de Inca, y diversos lugares de Palma y Llucmajor. Las actuaciones que el grupo recuerda con mayor cariño son las de los Festivales en el Teatro Lírico de Ciutat, «donde éramos escuchados por gente que compartía nuestra inquietud musical», mantienen.