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Por segundo año consecutivo, el rey Juan Carlos eligió la compañía del matrimonio Banderas "Antonio y Melanie Griffith" para reunirse a manteles en un conocido restaurante de Palma. La noche, más fresca que las anteriores, era perfecta para la cena. La reina Sofía, en cambio, haciendo gala una vez más de su conocida pasión por la cultura "especialmente la música" prefirió acudir a la representación de «El lago de los cisnes» que el Ballet Nacional de Cuba ponía en escena en el Auditòrium de Palma.

El actor malagueño y su esposa llegaron con cierta antelación a las puertas del restaurante Es Baluard, situado en el popular barrio de Sant Pere de Palma, y allí decidieron esperar a que el Monarca hiciera su aparición, cosa que ocurrió hacia las diez y media de la noche. El Rey llegó acompañado por Cusí, patrón del Bribón, y su esposa.

Ya el año pasado la pareja hispano-norteamericana más conocida en Hollywood tuvo oportunidad de asistir a una cena con los Reyes, experiencia que debió resultar grata para todos, puesto que se ha repetido también este verano. Se da la circunstancia de que a lo largo de toda la jornada marinera de ayer, y eso que ambos estuvieron, primero en el Club Náutico, y posteriormente en el mar a bordo de «Bribón» y «Tau», no habían coincidido en ningún momento.