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J. RODRÍGUEZ/J.J.S.
La consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, aseguró ayer que los vertidos de las depuradoras dependientes del departamento autonómico a través de Ibasan están «perfectamente controlados» y que sólo emiten al mar agua depurada en tratamiento secundario o terciario. De esta forma, la consellera verde respondía al informe hecho público por la organización ecologista Greenpeace en el que asegura, entre otras cosas, que en las Islas existe 38 puntos en el litoral de Balears, 23 en Mallorca más seis puntos más, donde se vierten aguas residuales.

Rosselló achaca a «una confusión» el hecho de que se interprete que los vertidos que se realizan en el mar sean de aguas residuales «cuando en realidad están tratadas» aunque destacó que sólo puede hacer esta afirmación en lo que se refiere a la depuradoras dependientes del Govern. Recordó, asimismo, que la mayoría de las depuradoras situadas en la Bahía de Palma están a cargo de los Ajuntaments y no descartó, en este sentido, que en las Islas existan vertidos ilegales «que no este controlados» aunque remarcó que su departamento no tiene ni conocimientos ni denuncias al respecto.

Rosselló reconoció que en los meses de verano las depuradoras están al límite de producción por la afluencia de turistas, tal y como se recoge en el informe, pero negó que está punta provoque el vertido de aguas fecales al mar. La consellera criticó el incumplimiento del Convenio Hidrológico firmado con Madrid que provoca que todavía no hayan llegado 11.000 de los 27.000 millones prometidos para la depuración pero reiteró el buen funcionamiento de las instalaciones de las Islas.

Cabe recordar, en este sentido, que un estudio presentado por la propia Rosselló hace unos meses señalaba que el 40 por ciento las depuradoras del Ibabsa «es deficiente» y que 18 de las 67 depuradoras que existen reciben más agua de la que pueden tratar. La consellera también quiso destacar que el Govern coincide «plenamente» con la otra parte del informe de Greenpeace, aquella en la que denuncia el crecimiento urbanístico «descontrolado» en el litoral de las Islas. Asimismo criticó al Ministerio de Medio Ambiente por «pretender bordear con cemento el litoral de las Islas».