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La Mesa del Parlament aprobó ayer por unanimidad aceptar la petición del grupo popular para que el presidente del Govern, Francesc Antich, comparezca en pleno para precisar sus acusaciones de espionaje informático, que han sido rechazadas por el PP. El presidente de la Cámara autonómica, Maximiliano Morales, no pudo determinar ayer si dicha comparecencia, la primera que realizará Antich a petición del único grupo de la oposición, se realizará antes o después de Semana Santa.

Morales señaló tras la reunión de la Mesa del Parlament que la comparecencia de Antich «fue acogida con satisfacción tanto por el grupo que la propuso, el PP, como por el PSOE».

En este sentido, el portavoz adjunto del grupo popular, Joan Flaquer, reiteró que su partido «es el primer interesado en aclarar la problemática generada por el 'caso e-mail' porque estamos convencidos de que el ex presidente Jaume Matas, su gobierno y el PP están totalmente limpios de las acusaciones realizadas desde el Govern presidido por el PSOE». El Ejecutivo de Antich acusó la semana pasada al anterior Govern de promover el espionaje informático contra Francesc Quetglas, ex presidente de la Comisión Insular de Mallorca, a través de su correo electrónico. El Ejecutivo denunció que se desvió el correo de Quetglas al secretario particular de Jaume Matas, hecho que Bitel, el servidor informático, calificó de «error tipográfico».

El PP se mostró «muy agradecido» ante la decisión de la Mesa del Parlament de aceptar la comparecencia de Antich porque, según Flaquer, «así se podrán aclarar las acusaciones contra el anterior Govern».

Asimismo, el socialista Andreu Crespí manifestó su satisfacción ante el acuerdo de la Mesa «porque está claro que el actual Govern descubrió esta incidencia estrambótica de desvío de información del Consell Insular de Mallorca al correo del anterior Ejecutivo del PP», según declaró el dirigente del PSOE a Efe. Crespí sostiene que, además de dar explicaciones, el PP debe «depurar responsabilidades por lo ocurrido».

El Govern lleva más pruebas al juez
El Govern presentó ayer nuevas pruebas al juzgado de instrucción número 9 en relación al 'caso e-mail'. En concreto, el director general de Tecnologías, Carles Bona, entregó al juez, acompañado por el abogado Gabriel Garcías, más copias de seguridad del sistema informático del Govern para demostrar que se produjo un pinchazo al correo electrónico del socialista Francesc Quetglas cuando éste ocupaba el cargo de presidente de la Comissió Insular d'Urbanisme. El Ejecutivo explicó que dichas pruebas estaban relacionadas con las entregadas al juez el día anterior "el martes" y que tienen por objeto demostrar que se espió el correo informático de Francesc Quetglas.

El Govern sólo dispone de una copia de seguridad de los registros informáticos, que fue grabada el 27 de octubre de 1998 ante la posibilidad de que se produjese un fallo en el sistema. Fuentes del Ejecutivo han reconocido que los archivos del sistema informático se borran cada mes, tanto durante el mandato de Matas como en ahora. Sin embargo, Matas ha sido acusado de promover la eliminación de pruebas informáticos para evitar que se encuentren pruebas contra él. El nuevo Govern también borra los archivos.