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El Parlament balear aprobó ayer en una sesión plenaria celebrada en Eivissa por primera vez en su historia, la proposición de ley presentada por el Consell Insular de las Pitiüses para prohibir la construcción de campos de golf en Eivissa y Formentera hasta que se apruebe el Plan Territorial Parcial (PTP), previsto para finales de la legislatura. La normativa, que anula en ambas islas la ley de campos de golf, recibió el apoyo de todos los grupos parlamentarios, a excepción del popular, que se opuso con rotundidad.

Para el portavoz popular, Pere Palau, este texto discrimina a dos islas del archipiélago, por lo que preguntó a los partidos que apoyan al Govern por qué no aprueba esta misma medida también para Mallorca y Menorca. Palau consideró que, a partir de ahora, se dificulta aún más la creación de una oferta complementaria con la que lograr un turismo de mayor calidad.

El resto de los grupos parlamentarios coincidió en señalar el carácter transitorio de la ley, que dejará de estar en vigor en el momento en que se apruebe el PTP, que es la norma que indicará si pueden o no construirse campos de golf y dónde deben ubicarse. Joan Buades, del Grup Mixt, se enzarzó con Palau en una agria discusión en la que finalizó acusando al político del PP de haber sido «el peor conseller de Turisme que ha tenido Eivissa y Formentera». Buades culpó a Palau de la degradación turística de las Pitiüses. Tanto Miquel Ramon (EU) como Antoni Alorda (PSM) y Vicent Tur (PSOE) consideraron positivo que se mantenga en suspenso la construcción de nuevos campos de golf hasta que se haya decidido «sin presiones externas» el futuro modelo de desarrollo.

El histórico pleno celebrado ayer en la sede del Consell Insular de Eivissa se inició con una salutación de la presidenta del Consell, Pilar Costa, quien agradeció el esfuerzo realizado por el legislativo. Costa destacó el «profundo significado» del pleno celebrado ayer y reclamó sensibilidad hacia la realidad pluriinsular de la Comunitat Autònoma.