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A las cuatro de la tarde la Unió Musical Inquera anunciaba a ritmo de batería la proximidad de la fiesta de Carnaval. Eran los primeros preparativos para una fiesta que se prolongó ayer en Inca hasta bien entrada la noche con el tradicional baile de disfraces que acoge el mercado cubierto.

Como cada año «Volem hospital d'Inca» y así nos lo recordaron a ritmo de chirigota alguna de las comparsas que desfilaron. Pocas alusiones más hubo en el desfile a una clase política en la semana previa a elecciones. «El día dels mentiders» como rezaba una comparsa. Indios, vaqueros, brujas, trogloditas, uvas y bufones. No faltó nadie a la cita de la Rua en Inca, que partió a las seis de la plaça del Bestiar. Participaron un total de 21 carrozas y 25 comparsas.

El martes será el turno de los más pequeños cuando a las cuatro de la tarde la Rueta salga de la plaça de sa Quartera. Muchos pequeños no estrenarán disfraz y es que a juicio de lo vivido ayer serán muchos los que repitan. Los caballos acudieron a la fiesta dirigidos por indios y vaqueros, árabes y moras que pusieron la guinda a un desfile de disfraces sin duda espectacular.