«No tenemos nada a lo que regresar»: Foco para los dos años de devastación en Sudán

«La comunidad internacional no puede darle la espalda a Sudán. Están en juego millones de vidas y la estabilidad de toda la región»

Las enfermedades como el cólera han hecho mella entre los desplazados | Foto: Reuters

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En vísperas del segundo aniversario del inicio del conflicto armado en Sudán, que se cumple el próximo 15 de abril, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha publicado un informe que alerta sobre la catastrófica situación humanitaria que atraviesa el país africano. Según el organismo, la flagrante falta de respeto por los principios del derecho internacional humanitario ha contribuido a agravar esta crisis atroz, mientras que la drástica reducción del financiamiento humanitario amenaza con exacerbar aún más los riesgos.

Daniel O'Malley, jefe de la delegación del CICR en Sudán, ha lanzado una contundente advertencia: «La comunidad internacional no puede darle la espalda a Sudán. Están en juego millones de vidas y la estabilidad de toda la región». El responsable ha instado a redoblar los esfuerzos humanitarios y diplomáticos concertados para brindar a la población sudanesa el alivio que tanto necesita, subrayando que «es momento de invertir en el respeto del derecho internacional humanitario».

El informe del CICR describe algunas de las preocupantes tendencias observadas durante estos dos años de conflicto, como los obstáculos en la atención de salud de emergencia y los ataques contra hospitales y demás infraestructura civil esencial. Además, la violencia sexual generalizada y un aumento del 66 % en el número de personas que buscan a sus seres queridos agravan el calvario de la población civil. Según los datos del organismo, se han recibido alrededor de 7.700 solicitudes de personas que intentan localizar a familiares desaparecidos.

En mayo de 2023, las partes enfrentadas en el conflicto de Sudán manifestaron su compromiso de respetar el derecho internacional humanitario mediante la firma de la Declaración de Yeda. Sin embargo, el CICR recuerda que deben atenerse a esas disposiciones, ya que la protección de las personas civiles y el acceso humanitario sin restricciones no son negociables, sino que constituyen obligaciones jurídicas y son la única manera de evitar que se agrave la catástrofe humanitaria.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) es una organización neutral, imparcial e independiente con un cometido exclusivamente humanitario establecido en los Convenios de Ginebra de 1949. Su misión es ayudar a las personas afectadas por conflictos armados y otras situaciones de violencia en todo el mundo, haciendo lo posible por proteger su vida y su dignidad, y por aliviar su sufrimiento, a menudo junto con sus socios de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

El conflicto armado en Sudán se inició hace casi dos años, el 15 de abril de 2023, y desde entonces ha sumido al país en una grave crisis humanitaria. Según datos del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Sudán acoge a 1,1 millones de personas refugiadas, una de las mayores poblaciones de refugiados de África, de los cuales los sursudaneses representan más del 70 % del total.

El país africano también cuenta con más de 3 millones de personas desplazadas internas, la mayoría en la región de Darfur, que viven en una gran inestabilidad desde hace casi dos décadas. Como consecuencia, la población civil sudanesa ha sufrido enormemente debido al conflicto, enfrentando obstáculos para acceder a atención médica de emergencia, ataques contra infraestructura esencial, violencia sexual generalizada y la desaparición de seres queridos. El CICR y otras organizaciones humanitarias están trabajando para brindar asistencia y protección a la población afectada. Sin embargo, se requiere un mayor compromiso y apoyo de la comunidad internacional para hacer frente a esta crisis y evitar que se agrave aún más.