El papa emérito Benedicto XVI.

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El próximo 20 de junio, un tribunal de Alemania tomará una decisión sobre una denuncia por abusos sexuales que salpicó a Joseph Ratzinger cuando este era arzobispo de Múnich, lo que está complicando el reparto de la herencia. Según la agencia católica alemana KNA y la 'Bayerischer Rundfunk', Martina Holzinger, una de los cinco parientes a quienes toca la herencia del Papa emérito ha renunciado al legado porque quien la acepte deberá pagar la eventual indemnización si el Pontífice resultara culpable en la demanda civil pendiente de resolución.

Se trata de un proceso civil en el que Benedicto XVI aceptó participar aunque no estaba obligado, y que pretende determinar si cuando fue arzobispo de Munich a principios de los 80 hizo todo lo posible para impedir que un sacerdote pederasta cometiera abusos varios años después.

Los otros cuatro primo, aún no han anunciado su decisión a Georg Gänswein, antiguo secretario del Papa emérito y su actual albacea, quien se está ocupando de buscar a los herederos. Según explicó él mismo en declaraciones a los medios italianos, la herencia no incluía los derechos de autor, que fueron cedidos al inicio del Pontificado a la editorial de la Santa Sede.