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Las autoridades ucranianas han anunciado la imposición de un toque de queda en toda la ciudad de Jersón que durará desde el viernes por la tarde hasta el lunes por la mañana, entre especulaciones constantes sobre el posible inicio de una contraofensiva de manera inminente. El gobernador de Jersón, Oleksander Prokudin, ha confirmado que durante 58 horas --del viernes a las 20.00 al lunes a las 6.00-- no se podrá estar en la calle ni salir o entrar de la ciudad, por lo que ha exhortado a la población a abastecerse de los suministros básicos.

Prokudin ha explicado en su cuenta de Telegram que se trata de restricciones «necesarias» para que las fuerzas ucranianas puedan hacer su trabajo, si bien no ha entrado en más detalles sobre futuros movimientos.

El anuncio llega poco después de que se produjese un ataque contra un supermercado de la ciudad, el único que seguía abierto. Según el Ministerio del Interior, han muerto al menos tres personas y hay además cinco heridos víctimas de los «asesinos rusos». Asimismo, el vicepresidente del Consejo Regional de Jersón, Yuri Sobolevski, ha informado de que otras tres personas han fallecido en otro ataque separado por parte de Rusia y que en la ciudad de Tokarivka un hombre ha muerto como consecuencia de un ataque aéreo contra su vivienda.

Así pues, esta última oleada de ataques rusos contra la región de Jersón deja ya al menos siete muertos y otra decena de heridos, si bien las autoridades ucranianas han advertido de que las cifras irán en aumento a medida que lleguen nuevos datos de hospitales de la región. Las autoridades ucranianas han denunciado en las últimas horas nuevos ataques contra distintos puntos del país, si bien los peores combates se siguen librando en zonas del este y el sur, donde se encuentra Jersón.