Ardern habla a los medios en su comparecencia. | Efe

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La primera ministra saliente de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, quien dejará el cargo este miércoles, reiteró que liderar el país ha sido «el mayor privilegio» de su vida y rechazó las alegaciones de que ha renunciado al puesto debido a la escalada del acoso que sufrió en los últimos años de su mandato. «Me marcho con un amor y afecto por Aotearoa Nueva Zelanda y su gente mayor de cuando comencé. No pensé que eso fuera posible», dijo Ardern en un breve discurso durante la celebración del cumpleaños del profeta maorí Tahupōtiki Wiremu Rātana, fundador de la fe Ratana, en lo que supuso su última intervención como líder del país.

La gobernante, quien abandonará el cargo mañana, miércoles, tras sorprender al mundo con su renuncia la semana pasada, rechazó de forma velada las especulaciones de que la escalada del acoso y de las amenazas en su contra hayan influido de forma decisiva en su decisión. «Quiero que ustedes sepan que mi abrumadora experiencia en este trabajo, de Nueva Zelanda y neozelandeses, ha sido una de amor, empatía y amabilidad», aseguró al mencionar las «discusiones» sobre las razones para su renuncia, y agregó: «Eso es lo que la mayoría de Nueva Zelanda me ha demostrado».

Ardern, quien se convirtió en la política más joven del mundo en ocupar la jefatura de Gobierno cuando llegó al poder en 2017 a los 37 años, anunció su inesperada renuncia el pasado jueves, cuando admitió que ya no tiene «suficiente energía para seguir con el trabajo». Durante los cinco años y medio en los que estuvo al frente del país, su gestión directa y empática ha sido muy aplaudida dentro y fuera de Nueza Zelanda, aunque la jefa de Estado ha visto su popularidad caer en medio de las estrictas restricciones durante la pandemia de covid y su impacto interno, como el alza de la inflación o la amenaza de una recesión.

Esos factores generaron una creciente ola de críticas, sobre todo por parte del movimiento anti-vacuna, que culminó en una escalada de acoso y amenazas «sin precedentes», según denunciaron líderes políticos, aunque la mandataria aseguró que eso no fue «un factor decisivo» para su decisión. «No lo dejo porque sea duro, lo dejo porque este trabajo conlleva una gran responsabilidad, y no tengo suficiente energía para hacerle justicia», explicó al anunciar su renuncia el pasado jueves. Ardern será sustituida por el también laborista Chris Hipkins, quien jurará el cargo este miércoles y estará al frente de la nación hasta la celebración de las elecciones generales, el próximo 14 de octubre.