El canciller alemán, en su encuentro con sus homólogos europeos en Bruselas. | Reuters

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El canciller alemán, Olaf Scholz, ha declarado que el «escándalo» de la presunta trama de sobornos en el Parlamento Europeo que salpica a Qatar y a Marruecos «es un asunto muy serio que puede sacudir la confianza en la democracia y el parlamentarismo», y ante el que caben tomar medidas urgentes; entre ellas una de las más importantes es la eventual prohibición de todos los llamados 'grupos de amistad' no oficiales con terceros países.

Scholz se expresó en estos términos este pasado jueves al término de la cumbre que los jefes de Estado y de Gobierno celebraron hoy en Bruselas y que comenzó, como es habitual, con la presencia en la sala de la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, en una sesión centrada en la trama.

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El canciller germano confió en que Metsola lleve a cabo las medidas que anunció para evitar futuros sobornos, entre ellos un «paquete amplio de reformas» internas a partir del año que viene, que incluirá entre otros cambios, un refuerzo a la protección de los denunciantes de corrupción y una revisión de la relación entre la Eurocámara y gobiernos extranjeros.

Algunas autoridades europeas han clamado en las últimas horas por la necesidad de avanzar en una regulación más estrecha de los llamados 'grupos de amistad' de la Eurocámara, entidades informales que mantienen vínculos con países terceros y han quedado en el ojo del huracán con este escándalo por el escaso control sobre quién paga sus viajes.

La trama, que se destapó el viernes pasado y que sigue en marcha, se ha saldado de momento con una expresidenta del Parlamento Europeo, la socialdemócrata griega Eva Kaili, así como su pareja, el italiano Francesco Giorgio, un exeuropalamentario transalpino, Pier Antonio Panzeri y un lobista también italiano, Niccolo Figa-Talamanca, imputados por pertenencia a organización criminal, lavado de dinero y corrupción. Todos ellos se encuentran en prisión preventiva salvo Figa-Talamanca, al que el juez ha dejado en libertad pero con un brazalete electrónico. Además, hay otros investigados en una operación en la que ha habido 16 registros en Bélgica y se ha extendido también a Grecia e Italia