El presidente francés, en un reciente acto público en París. | Reuters

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La Justicia francesa está investigando si las campañas de las presidenciales de Emmanuel Macron en 2017 y en 2022 pudieron recibir una financiación ilegal a través de consultoras que recibieron contratos públicos millonarios. La Fiscalía Nacional Financiera (PNF) informó en un comunicado de que el 20 y el 21 de octubre se abrieron sendos procedimientos, uno por posibles ilegalidades en las cuentas de las campañas electorales de 2017 y 2022 por la posible implicación de consultoras y otro por supuesto favoritismo y receptación de favoritismo.

La aclaración del PNF llegó después de que Le Parisien hubiera afirmado que tres jueces instructores han sido designados para ocuparse de este presunto caso de «favoritismo» y «financiación ilegal de una campaña electoral», hechos en los que habría estado implicada la consultora McKinsey. En el centro de las pesquisas, según este diario, están los contratos públicos multimillonarios obtenidos por esa empresa estadounidense. A finales de marzo, la PNF ya había lanzado una investigación de blanqueo agravado de fraude fiscal contra esa consultora, que condujo a un registro de la sede de McKinsey en París en mayo pasado.

Esa acción judicial se activó a partir de un informe de una comisión de investigación del Senado presentada a mediados de marzo sobre la influencia creciente de las consultoras en el trabajo de las administraciones públicas durante el mandato de Macron. La comisión parlamentaria, creada por iniciativa de un grupo de senadores de oposición de izquierdas, ponía el acento en sus conclusiones en que desde 2018 el Gobierno había duplicado el recurso a consultoras privadas para múltiples trabajos de la Administración del Estado, hasta representar 894 millones de euros en 2021.

Se quejaba de que ese aumento de contratos atribuidos a las consultoras se había hecho sin transparencia y además hacía hincapié en que McKinsey, que era una de las principales beneficiarias, no había pagado el impuesto de sociedades entre 2011 y 2020. Macron replicó a finales de marzo a los reproches que le hacía la oposición durante la campaña para las elecciones presidenciales de abril de este año -en las que fue reelegido- señalando que lo que tenían que hacer los que sospecharan de que hubo de manipulación, si tenían pruebas, era llevar el caso a los tribunales.

La Fiscalía Nacional Financiera abrió una investigación el 31 de marzo sobre posibles delitos fiscales, pero en aquel momento no se hizo alusión directa a McKinsey. Le Monde reveló que ese gabinete había trabajado para la campaña electoral de 2017 del actual presidente francés. Además, algunos de sus empleados pasaron después a ocupar puestos de responsabilidad en el partido de Macron, La República en Marcha (LREM), o en gabinetes ministeriales de su Ejecutivo.