Conductores de automóviles hacen cola para llenar sus depósitos en la gasolinera Auchan en Petite-Foret, Francia. | Reuters

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La huelga en varias refinerías francesas ha comenzado a notarse en gasolineras de algunas regiones, que han tenido que cerrar por falta de combustible, al tiempo que en otras se multiplican las colas de conductores para llenar los depósitos. El portavoz del Gobierno, Oliver Véran, indicó este viernes que la tensión durará «unos días» pero se negó a confesar que haya escasez, aunque reconoció problemas de aprovisionamiento en algunas regiones.

En declaraciones a la televisión BFM, Véran indicó que solo el 15 % de las gasolineras del país ha tenido que colocar el cartel de «cerrado», aunque esa situación se concentra en algunas regiones, como la de París. El Ejecutivo, que ha abierto las reservas estratégicas y ha incrementado las importaciones, asegura que el fin de semana se anuncia «difícil» en esas regiones, mientras que las asociaciones de gasolineras creen que la situación no volverá a la normalidad hasta dentro de unos diez días, aunque mejorará de forma progresiva.

El origen del problema está en la huelga que desde hace más de una semana hay en varias refinerías del grupo TotalEnergies, donde los trabajadores piden un incremento de salarial para afrontar las subidas de precios y argumentan que la petrolera ha firmado unos beneficios récord. La principal refinería del país, situada en Normandía, de donde sale más de un quinto del combustible consumido en Francia, es una de las más afectadas por los paros.

A ello se suma un incremento de la demanda en las gasolineras de TotalEnergies, que sumó un descuento de 20 céntimos por litro al ya aplicado por el Ejecutivo, de 30 céntimos. Eso provocó que en los últimos días se multiplicara el número de automovilistas que acudía a esas gasolineras. Además, muchos conductores franceses acuden estos días a llenar el depósito porque a partir del mes próximo el descuento del Gobierno pasará a 10 céntimos y el de TotalEnergies a 20.

El grupo petrolero, que también se niega a reconocer la escasez, admite que hay «problemas de aprovisionamiento» en algunas gasolineras, sobre todo en el interior del país, que tiene previsto ir solucionando de forma paulatina.