Harris, en la zona de frontera entre ambas Coreas. | Reuters

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Corea del Norte lanzó este jueves dos misiles balísticos de corto alcance al mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas) después de que la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, visitara Corea del Sur, según informó el Ejército del Sur. «El ejército surcoreano detectó dos misiles balísticos de corto alcance lanzados en torno a las 20.48 y 20.57 de hoy (11.48 y 11.57 GMT) desde el área de Suncheon en la provincia de Pyongan del Sur, Corea del Norte, hacia el mar del Este», anunció el Estado Mayor Conjunto surcoreano en un comunicado.

El test tiene lugar pocas horas después de que Harris despegara de Corea del Sur, donde se reunió con el presidente sureño, Yoon Suk-yeol, y visitó la militarizada frontera intercoreana en un momento de especial tensión ante la posibilidad de que Pionyang realice un nuevo test nuclear. Por su parte, el Gobierno de Japón convocó una reunión de emergencia para analizar los detalles del lanzamiento, e informó de que los misiles cayeron en aguas fuera de su zona económica exclusiva y que no consta que se produjeran daños a embarcaciones o aeronaves por su impacto.

El lanzamiento se produce después de que Harris visitara la militarizada frontera intercoreana y se reuniera en Seúl con el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, al que subrayó el compromiso de Washington de desplegar activos estratégicos para defender al Sur en función de las acciones del Norte. A su vez, la acción llega después de que Pionyang lanzara otros dos misiles balísticos de corto alcance en la víspera y otro más el pasado sábado, todos ellos en aparente respuesta a la presencia del portaaviones estadounidense USS «Ronald Reagan» en la península.

Precisamente hoy mismo se anunció que este viernes el USS «Ronald Reagan» realizará maniobras conjuntas con las fuerzas navales surcoreana y japonesa en el mar de Japón. La última vez que el «Ronald Reagan» se desplazó a la península para realizar maniobras conjuntas de este tipo fue en septiembre de 2017, en plena escalada de tensión tras el último ensayo nuclear norcoreano hasta la fecha. Seúl, Tokio y Washington buscan ahora enviar un mensaje de fuerza ante el convencimiento de que el régimen, que ha rechazado toda oferta de diálogo en los últimos tres años y apostado por un plan de modernización armamentística, está listo para realizar un nuevo test atómico.