Sanna Marin. | LEHTIKUVA

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La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, ha justificado este miércoles la celebración de fiestas y, tras la aparición de varios vídeos y fotografías, ha pedido que se le juzgue por su labor al frente del Gobierno y no por lo que hace en su vida privada. "Soy humana y a veces hecho de menos la diversión y la luz en medio de estas nubes oscuras", ha dicho Marin durante un encuentro del Partido Socialdemócrata en el que sus compañeros han reaccionado con una ovación a su sinceridad.

La mandataria, de 36 años, ha reconocido que los últimos días no han sido fáciles, pero ha insistido en que sigue cumpliendo son cu labor "tan bien como siempre". "No he faltado ni un sólo día al trabajo y no he dejado nada por hacer", ha advertido. Marin se sometió la semana pasada a un test de drogas --que ha dado negativo-- a raíz de la difusión de unos vídeos en los que aparecía bailando con unos amigos y el lunes tuvo que salir al paso de otra imagen captada en una fiesta en su residencia oficial.

La Policía de Helsinki ha confirmado que ha recibido tres denuncias relativas a los vídeos, pero que no abrirá ninguna investigación porque no detecta indicio alguno de criminalidad por parte de la primera ministra o de su entorno.