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El fotoperiodista ucraniano Maks Levin, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado acribillado de balas a una veintena de kilómetros al norte de Kiev junto al de su amigo el soldado Oleksiy Chernyshov el 1 de abril, fue ejecutado tres semanas antes por las tropas rusas, según Reporteros sin Fronteras (RSF). En un informe publicado este miércoles que recoge los diferentes elementos de una investigación que ha llevado a cabo, RSF considera demostrado que Levin y Chernyshov fueron ejecutados por soldados rusos el 13 de marzo en un bosque cerca de la localidad de Doshchun, probablemente después de ser interrogados y torturados.

El secretario general de la organización, Christophe Deloire, subraya que «en un contexto de guerra fuertemente marcado por la propaganda y la censura del Kremlin, Maks Levin y su amigo pagaron con sus vidas su lucha por una información contrastada». Deloire añadió que «les debemos la verdad. Y lucharemos para identificar y encontrar a los que los ejecutaron». Las pesquisas fueron realizadas entre el 24 de mayo y el 3 de junio el jefe del área de investigación de RSF, Arnaud Froger, y el fotoperiodista de guerra francés Patrick Chauvel, que además había trabajado junto a Levin en el Donbás a finales de febrero.

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Al comenzar la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, Levin, que tenía 40 años, se puso en contacto con un grupo de soldados ucranianos a los que había conocido desde 2014 durante sus coberturas del conflicto en la región separatista del Donbás. El 10 de marzo perdió el dron que utilizaba para tomar imágenes en el bosque próximo a Moshchun y cuando volvió tres días después esa zona ya estaba en parte ocupada por las tropas rusas. Pese al riesgo, el fotoperiodista y su amigo fueron a la búsqueda del dron, convencido como estaba de que las últimas imágenes que había hecho eran muy importantes, pero ahí se les perdió la pista.

Froger y Chauvel volvieron allí semanas después de que los militares rusos se hubieran retirado de la región y reconstruyeron la escena del crimen con diversos elementos que localizaron, lo que incluye posibles trazas de ADN de los soldados. Nueve de esos elementos de prueba, así como las fotografías que tomó Chauvel, fueron entregados a los investigadores ucranianos que se encargan de aclarar las circunstancias de lo ocurrido. Levin es uno de los ocho periodistas que han muerto desde el comienzo de la guerra en Ucrania en febrero. El último fue el cámara francés Frédéric Leclerc-Imhoff, del canal BFMTV, alcanzado por metralla de un disparo ruso de artillería el 30 de mayo.