Un combatiente monta guardia en un puesto de control de carreteras en la provincia de Kiev. | Reuters

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Apenas horas después de conocer que el ejército ucraniano se ha hecho de nuevo con el control de Irpin, ciudad dormitorio en el área metropolitana de Kiev, el Kremlin dice alejar sus tropas de la provincia capitalina. Lo hacen, afirman, con un objetivo claro y en principio bienintencionado: «aumentar la confianza mutua para futuras negociaciones para acordar y firmar un acuerdo de paz con Ucrania».

Así lo ha ratificado este mismo martes el viceministro de Defensa ruso en declaraciones a los medios de comunicación ante la finalización las actuales conversaciones para detener la guerra en Ucrania, unas conversaciones de paz llevadas a cabo entre los equipos de negociación celebradas en Estambul (Turquía), que no continuarán por segundo día, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía.

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Ahora el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia informará al presidente ruso, Vladímir Putin, a su regreso a Moscú. Por su parte, el jefe de la delegación rusa, Vladímir Medinski, ha aludido por primera vez a la posibilidad de un tratado entre Moscú y Kiev después de unas negociaciones que describió como constructivas y destacó la voluntad de Moscú de dar «dos pasos para la desescalada del conflicto», uno militar y otro político.

De este modo, Rusia ha decidido reducir drásticamente su actividad militar alrededor de Kiev y Chernihiv. Además, el Kremlin ha accedido a abandonar su objetivo de «desnazificar» el país vecino y no se opondría a una eventual entrada de Ucrania en la Unión Europea. Días atrás el gobierno de Volodímir Zelenski admitió que sus ciudadanos deben de asumir que Ucrania no formará parte de la OTAN, uno de los pretextos argumentados por Vladímir Putin en el actual escenario bélico a las puertas de Europa.

Sin embargo, fuentes locales ucranianas explican este movimiento por parte de Rusia en su incapacidad de avanzar hacia el control total de las grandes ciudades ucranianas, y como forma de reforzar la posición de las repúblicas populares del Donbás, proclives a su influencia y en guerra contra Kiev desde 2016.