Imagen del presidente de la República durante un encuentro con la prensa en el Elíseo. | Reuters

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Tras la puesta en escena firme y a la vez sosegada del presidente de Rusia, Vladímir Putin, voces al más alto nivel europeo mantienen sus afirmaciones sobre una inminente guerra en Ucrania. En las últimas horas sobresale el posicionamiento de Francia, que circunstancialmente ostenta la presidenta rotatoria de la Unión Europea (UE). En este sentido, el ministro francés de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, ha advertido este miércoles de que «se dan todas las condiciones para que haya una intervención rusa» en Ucrania. «La situación es muy grave», reconoció Le Drian en una entrevista televisiva.

Ante la audiencia del canal France 2 el máximo representante de la diplomacia gala hizo referencia a la concentración de decenas de miles de soldados rusos en la frontera con Ucrania, así como a las maniobras conjuntas que Moscú y Minsk han organizado en Bielorrusia. Teniendo en cuenta esos elementos hay a su juicio «un peligro claro e inminente» de una invasión rusa de Ucrania. Pero al mismo tiempo explicó que «no tenemos ninguna información de la voluntad del presidente Putin de pasar a la acción. Por eso sigue siendo hora de dar prioridad a la desescalada».

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Parece que París quiere seguir creyendo en las palabras de Vladímir Putin y sostiene que la prioridad es trabajar en la distensión, aunque se mantiene especialmente vigilante a los acontecimientos. El viernes pasado, el presidente francés, Emmanuel Macron, mantuvo una doble conversación telefónica, primero con el presidente ruso y luego con el ucraniano, Volodímir Zelenski. Con Putin, Macron constató las serias diferencias sobre la crisis con Ucrania pero, según el relato del Elíseo, el jefe del Kremlin le aseguró que no tenía intención de ir a una confrontación. Con Zelenski, los dos mandatarios coincidieron en refrendar los esfuerzos hacia el diálogo y la distensión.

Por su parte, el jefe de la diplomacia francesa insistió en que «hay que continuar la negociación con obstinación». Pero en paralelo recordó que «una intervención que cuestionara la integridad y la soberanía de Ucrania tendría consecuencias para la energía» porque buena parte del gas que llega a Europa lo hace por gasoductos que pasan por el territorio ucraniano. Y añadió que habría «medidas masivas» contra Rusia, que «sabe que si da un paso, esas medidas serán duras».