Mujeres afganas sostienen una pancarta con fotografías del ex comandante muyahidín Ismail Khan, quien junto con su milicia armada está luchando contra los talibanes, durante una protesta en Herat. | JALIL REZAYEE

TW
1

El avance de los talibanes en Afganistán continúa imparable con la toma de otras dos capitales provinciales, elevando así a cuatro los centros regionales caídos esta semana bajo control insurgente, en su mayor logro en 20 años de guerra.

Tras días de fuertes combates, este domingo cayeron las norteñas ciudades de Kunduz y Sar-e-Pol, capitales de las provincias homónimas, y las fuerzas de seguridad afganas han reducido su control a espacios limitados como el aeropuerto o se recluyen en una base militar, según aseguraron a Efe varias fuentes oficiales.

«Toda la ciudad de Kunduz ha caído en manos de los talibanes y solo el aeropuerto provincial está bajo el control de las fuerzas de seguridad», afirmó la diputada Nelofar Koofi, que representa a la provincia de Kunduz en la Cámara Baja del Parlamento nacional.

A primera hora de la mañana, las fuerzas de seguridad abandonaron Kunduz para atrincherarse en el aeropuerto provincial, mientras los talibanes aprovechaban para derribar un muro de la prisión y liberar así a cientos de reos, incluidos insurgentes.
Las sedes del gobernador, la policía y otros edificios gubernamentales están «por ahora en manos de los insurgentes», dijo Koofi, que reveló que la mayoría de los civiles permanecen en sus hogares o vagan de un lugar a otro hacia las zonas más seguras.

Malik, un residente de Kunduz, aseguró a Efe que la capital es un caos y se están librando «fuertes combates». Además un mercado textil se ha incendiado, anotó, algo que confirmaron las imágenes que iban llegando de la ciudad publicadas en las redes sociales.
El Ejército, en un comunicado, ha asegurado sin embargo que las fuerzas especiales están llevando a cabo una operación para «despejar» la ciudad de insurgentes, en la que han conseguido recuperar un rotonda y el edificio de la Radio Televisión Nacional.

«El enemigo ha sufrido grandes pérdidas y sus cadáveres yacen en las calles (...) Los ciudadanos de Kunduz deben estar seguros: las fuerzas de seguridad los están defendiendo», remarcó en un mensaje en vídeo el comandante Taj Muhammad, desplegado en la ciudad.

Los talibanes ya habían tomado en 2015 Kunduz, de un gran valor estratégico al conectar varias provincias y hacer frontera con Tayikistán, consiguiendo permanecer dos días en ella, en un logro sin precedentes entonces desde la caída de su régimen con la invasión estadounidense en 2001.

La otra capital que cayó este domingo bajo el control talibán después de que se libraran fuertes combates toda la noche fue Sar-e-Pol, explicó a Efe la diputada por la provincia Aziza Jalis.

«Los talibanes capturaron toda la ciudad» y ahora las fuerzas de seguridad y los funcionarios provinciales se encuentran «en una base del Ejército en un rincón» de la capital. «Excepto la base del Ejército, todos los edificios gubernamentales cayeron en manos de los talibanes», remarcó la parlamentaria.

Los insurgentes también tomaron el control de la cárcel, aunque aún no han liberado a los prisioneros, apuntó.

La población, mientras tanto, se encuentra atrapada entre ambos fuegos.