Un grupo de inmigrantes frente un cordón policial en Ceuta. | JALAL MORCHIDI

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Marruecos ha recibido cerca de 250 millones de euros de la Unión Europea en los últimos tres años para cooperación migratoria, unos fondos que proceden de distintos programas y tienen el objetivo de asegurar el control de las fronteras.

En medio de la crisis humanitaria en Ceuta, donde han llegado unos 8.000 migrantes procedentes de Marruecos en las últimas horas, la Comisión Europea ha recordado que Rabat es uno de los principales beneficiarios de los fondos europeos para la gestión migratoria.

En 2019, la UE comprometió 101,7 millones de euros para asistir a las autoridades marroquíes a combatir el tráfico ilegal de personas y atender mejor las necesidades básicas de migrantes vulnerables. Mientras que en 2018, Marruecos obtuvo un paquete europeo de 144 millones de euros para controlar el paso de migrantes y fortalecer su capacidad de luchar contra las mafias que operan en el Estrecho.

A esto hay que sumarle una serie de fondos que se ponen en marcha a través de proyectos sociales y económicos que desarrollan agencias internacionales y organizaciones no gubernamentales en el terreno, por lo que se calcula que desde 2016 la UE ha concedido 346 millones de euros en fondos a Marruecos.

La mayoría de ellos, 238 millones, a través del Fondo Fiduciario de Emergencia de la Unión Europea para África. Una iniciativa que busca atajar las causas fundamentales de la migración irregular y las personas desplazadas en África.

En este sentido, Marruecos es el segundo país entre los vecinos del norte de África que más ayuda europea recibió para la gestión migratoria, solo por detrás de Libia, según los datos de Bruselas.

En el caso de España, como Estado miembro de la UE recibió 874 millones de euros en el periodo entre 2014 y 2020 para sufragar su programa de Asilo y Migración, así como el Fondo de Seguridad Interna. Además, Bruselas destinó otros 124 millones en asistencia de emergencia para apoyar a las autoridades españolas en la gestión migratoria en Ceuta y Melilla.

Esta ayuda se empleó en aumentar la capacidad de recepción de solicitantes de asilo, apoyar a los Centro de Internamiento de Extranjeros en las dos ciudades autónomas y proveer de asistencia humanitaria a los migrantes que llegan a territorio español.