Ursula von der Leyen ha mostrado su disposición a debatir la propuesta de Biden. | Reuters - YVES HERMAN / POOL

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La Unión Europea se ha mostrado este jueves «dispuesta a discutir» la idea de una suspensión temporal de las patentes de las vacunas desarrolladas contra el coronavirus, una iniciativa a la que se ha resistido estos meses pero que el miércoles recibió el aval de Washington, si bien ha pedido a Estados Unidos que entretanto se implique en soluciones ya en marcha como la exportación de dosis a países pobres.

«La Unión Europea está dispuesta a discutir toda propuesta dirigida a afrontar la crisis de manera efectiva y pragmática», ha indicado la jefa del Ejecutivo comunitario durante un discurso en el que se ha referido expresamente al anuncio la víspera del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

«Estamos dispuestos a discutir cómo la propuesta para una suspensión temporal de la protección de la propiedad intelectual de la vacunas contra la COVID-19 podría ayudar a lograr ese objetivo», ha añadido.

Este gesto supone un cambio en la dinámica europea que hasta ahora se ha resistido a abrir la reflexión sobre la liberalización de las patentes de los sueros contra el virus porque, según Bruselas, no sería una respuesta efectiva.

«Los problemas de acceso a vacunas no se resolverán suspendiendo las patentes. Están relacionados con una insuficiente capacidad de producción para fabricar las cantidades necesarias», dijo recientemente un portavoz del Ejecutivo comunitario al ser preguntado por el asunto.

En la misma línea, la propia Von der Leyen ha añadido a su oferta de abrir la discusión que, «en todo caso, a corto plazo llamamos a los países productores de vacunas a permitir la exportación y evitar medidas que distorsionen las cadenas de suministro».

En una entrevista la semana pasada con el diario 'The New York Times', la jefa del Ejecutivo comunitario se declaró «en absoluto amiga de levantar las patentes», unas palabras que su portavoz se ha resistido a evocar en una rueda de prensa este viernes en la que se ha remitido a lo dicho a primera hora en el discurso y a la voluntad de «analizar y discutir» todas las propuestas.

El comisario de Mercado Interior e Industria, el francés Thierry Breton, por su parte, ha reaccionado a través de las redes sociales para insistir en que la urgencia es asegurar que llegan las vacunas a los más vulnerables mientras se piensa en otras soluciones.

«Ahora que la producción de vacunas está a punto de alcanzar nuestros objetivos es hora de abrir una nueva frase, como estaba previsto: abordar la cuestión de las patentes para impulsar la producción global en los próximos años», ha escrito, para después remachar que «mientras tanto, la UE seguirá exportando al mundo». «Instamos a otros países productores a hacer lo mismo», ha zanjado.

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Con el debate abierto a raíz del anuncio el miércoles de Biden, la Comisión Europea insiste en que los Veintisiete son como bloque un «líder exportador» de vacunas a otros países del mundo, incluido a través de la plataforma internacional COVAX desarrollada para llegar a los países más pobres.

De acuerdo a los datos ofrecidos por Bruselas, la UE ha exportado unos 200 millones de dosis al resto del mundo, una cifra que supera ligeramente incluso el número de vacunas distribuidas dentro de la Unión Europea. «Suministramos al resto del mundo en la misma medida en que suministramos a los ciudadanos europeos», ha afirmado una portavoz comunitaria.

Los líderes abordarán el asunto en Oporto

El debate estará inevitablemente en la cumbre informal que reunirá este viernes y sábado a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en Oporto (Portugal) para discutir, entre otras cuestiones, sobre la gestión de la pandemia, lo que servirá para medir las posiciones de la capitales en un debate que se ha evitado hasta el momento.

Existe un «amplio consenso» entre los líderes sobre la conveniencia de debatir sobre las patentes en el marco de la situación de la pandemia en el plano internacional, aunque las fuentes recalcan que la UE enfoca su estrategia hacia otras opciones como impulsar la producción y exportaciones de vacunas a los países más vulnerables o sin recursos.

Por el momento, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ya ha dicho que es «favorable» a la suspensión de patentes, si bien ha subrayado que Europa ha sido el actor internacional «más generoso» enviando vacunas a «los países más frágiles».

El secretario de Estado para Asuntos Europeos galo, Clement Beaune, ha ido más allá y ha subrayado que «ni Estados Unidos ni Reino Unido han exportado ni una dosis» y ha pedido «empezar por ahí».

Alemania, por su parte, ha dicho a través de su ministro de Exteriores, Heiko Maas, que está «abierta» al debate «en una situación tan especial» como es la pandemia si es para que las vacunas lleguen a los más necesitados.

Bruselas había valorado hasta ahora la llamada «tercera vía» que plantea la Organización Mundial del Comercio (OMC) para «ampliar el acceso y facilitar la transferencia de tecnología dentro del marco de las normas multilaterales» y, según fuentes europeas, los Estados miembro apoyaban plenamente esta idea.

El presidente del Consejo, Charles Michel, ha confirmado a través de Twitter que los líderes hablarán de las patentes en Oporto y ha apuntado que la UE ha apoyado esa «tercera vía» de la OMC para «llevar vacunas a la comunidad global», aunque apela también a la cooperación internacional a través del Tratado sobre Pandemias impulsado con la Organización Mundial de la Salud (OMS).