Combo de dos fotos que muestra a los periodistas españoles David Beriain (i) y Roberto Fraile, asesinados en Burkina Faso.

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España empezó este miércoles el proceso para repatriar a los dos periodistas españoles asesinados junto a un conservacionista irlandés en Burkina Faso, en un ataque perpetrado el y que el Gobierno burkinés atribuye a «terroristas».

Los restos de los dos reporteros fueron trasladados este martes por la noche desde el este del país a la capital, Uagadugú, confirmaron fuentes oficiales. «Los cuerpos regresaron a Uagadugú ayer», a la espera de su repatriación, declaró una fuente del Gobierno burkinés.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de España informó de que los cadáveres de David Beriain y Roberto Fraile serán repatriados en un vuelo del Ministerio de Defensa español que partirá «en cuanto reciba la autorización de las autoridades» locales.

En el mismo vuelo, Defensa tiene previsto trasladar a España el cuerpo del ciudadano irlandés asesinado junto a los españoles, el conservacionista Rory Young, cofundador de la ONG Chengeta Wildlife, dedicada a combatir la caza furtiva. A ese respecto, la fuente oficial burkinesa no divulgó detalles y añadió que «la autoría (del ataque) no ha sido todavía reivindicada oficialmente», mientras el Gobierno de este país de África occidental insiste en que el acto violento fue obra de «terroristas».

Beriain y Fraile, especializados en conflictos armados, grababan un documental sobre la caza furtiva y Young les servía de guía, cuando el convoy en el que viajaban fue atacado en la Región del Este por individuos armados que los secuestraron y los mataron.

El ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Simon Coveney, confirmó hoy que el compatriota asesinado es Young y condenó «enérgicamente» las «acciones de los responsables del ataque».

¿UN SUIZO QUE SOBREVIVIÓ AL ATAQUE?

Al parecer, un cuarto europeo de nacionalidad suiza habría logrado escapar de la emboscada del lunes, aseguró hoy la emisora local Radio Oméga, citando fuentes diplomáticas. Según ese medio, el «superviviente» llegó a Uagadugú el martes por la noche junto con los restos de sus «desafortunados compañeros», en referencia a los dos españoles y el irlandés.

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Sin embargo, las autoridades locales no han confirmado, de momento, ese extremo y una fuente del Gobierno burkinés consultada por Efe rehusó corroborar ese hecho, aunque tampoco lo desmintió.

El Ejecutivo de Burkina Faso ha enviado sus condolencias por el asesinato de los dos españoles y el irlandés, así como por la muerte de más de una decena de personas en varios ataques terroristas ocurridos en el país en los últimos días. «Nuestro país conoció en las últimas 72 horas un resurgimiento de actos terroristas», afirmó el ministro burkinés de Comunicación y portavoz del Ejecutivo, Ousséni Tamboura, en un comunicado.

Tamboura se refirió al ataque sufrido este lunes por una patrulla contra la caza furtiva en el eje Fada N'Gourma-Pama, en la Región del Este, que causó «seis heridos, tres personas de nacionalidad extranjera muertas y un burkinés desaparecido». Beriain, Fraile y Young iban empotrados con esa patrulla de las fuerzas de seguridad locales.

MÁS DE UNA DECENA DE MUERTOS EN OTROS ATAQUES

El portavoz gubernamental también aludió a una serie de atentados perpetrados en varios pueblos de la región de Sahel, situada en el norte y que comparte frontera con Mali y Níger, donde se registró «más de una decena de muertos». «El Gobierno -señaló- presenta sus condolencias a todas las familias en duelo y desea una pronta recuperación a los heridos».

Asimismo, el Ejecutivo «invita a los amigos de Burkina Faso a cumplir con las instrucciones de seguridad emitidas por las fuerzas de defensa y seguridad durante su estadía» en el país, e insta a la población a colaborar con esas fuerzas en «la lucha contra los terroristas».

Burkina Faso padece ataques yihadistas desde abril de 2015, cuando integrantes de un grupo afiliado a la red Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano en una mina de manganeso en Tambao (norte), que aún sigue desaparecido.

La región más azotada por los ataques es la de Sahel, aunque la inseguridad se ha ido propagando a provincias limítrofes, y desde el verano de 2018 afecta también al este del país.

Los atentados se atribuyen a menudo al grupo local burkinés Ansarul Islam, a la coalición yihadista del Sahel Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (GSIM) y al Estado Islámico en el Gran SAhara (EIGS), que atacan también en Mali y Níger.