El alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell. | Reuters

TW
0

La Unión Europea (UE) trasladó este jueves su apoyo a EE.UU. después de que este país impusiera sanciones a Rusia por su presunta interferencia en las elecciones presidenciales de 2020 y su supuesto papel en el ciberataque masivo de SolarWinds.

«La Unión Europea y sus Estados miembros expresan su solidaridad con Estados Unidos por el impacto de las actividades cibernéticas maliciosas, en particular la operación cibernética SolarWinds, que, según evalúa Estados Unidos, ha sido realizada por Rusia», declaró el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell.

En nombre de los Veintisiete, el jefe de la diplomacia europea señaló que la operación, presuntamente perpetrada por Rusia en 2019 a través de un programa de la empresa SolarWinds que penetró en los sistemas del Gobierno estadounidense y grandes compañías, ha afectado «a los gobiernos y empresas de todo el mundo, incluidos Estados miembros de la UE».

«Compartimos las preocupaciones de nuestros socios sobre el creciente número de actividades cibernéticas maliciosas», agregó Borrell en el comunicado difundido por el Consejo de la UE, donde alerta en particular del «uso malintencionado de las tecnologías de la información» como factor de riesgo de «la seguridad y la estabilidad internacionales».

«Todos los actores deben abstenerse de comportamientos irresponsables y desestabilizadores en el ciberespacio», agregó Borrell en nombre de la UE, que seguirá investigando estas actividades y promoviendo en Naciones Unidas «el comportamiento responsable del Estado en el ciberespacio».

«La Unión Europea y sus Estados miembros siguen firmemente comprometidos y decididos en su solidaridad con sus socios internacionales a promover un ciberespacio global, abierto, estable y seguro que respete los derechos humanos, las libertades fundamentales, los valores y principios democráticos», agregó el comunicado.

Washington sancionó este jueves a seis compañías rusas por sus actividades de ciberespionaje, a 32 organizaciones y personas rusas por injerencia electoral y a ocho individuos y entidades por la ocupación rusa de la península ucraniana de Crimea.