La canciller alemana, Angela Merkel. | ANNEGRET HILSE

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El Gobierno alemán aprobó este martes una reforma legal que restringe la capacidad de acción de los Länder en la lucha contra la pandemia, una medida contra el pilar federal del país justificada por la situación de emergencia sanitaria.

La nueva Ley de Protección contra Infecciones, que tiene que recibir ahora el apoyo del Legislativo, elimina -cuando se dispare la incidencia acumulada- la discrecionalidad que permitía a los 16 estados federados aplicar parcialmente o con modificaciones las medidas acordadas conjuntamente con el Gobierno central.

A partir de 100 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en siete días, entrarán «automáticamente» en vigor en las regiones afectadas -sin intervención de los Länder- una serie de «duras restricciones», en palabras de la canciller alemana, Angela Merkel. «Nuestra lucha contra la pandemia debe ser más estricta y más consecuente», argumentó la canciller, que defiende desde hace meses la imposición de restricciones más fuertes y ha topado con las reticencias de los estados federados.

Medidas controvertidas

Esta homogeneización pretende aportar claridad, agregó Merkel, que consideró que el método consensual empleado hasta ahora por el que el Gobierno federal y los «Länder» pactaban todo y luego la aplicación regional divergía «no vale» para «frenar y romper» la tercera ola. Una de las medidas más controvertidas es el establecimiento de un toque de queda entre las 21.00 y las 5.00 horas para aquellas regiones que superen la incidencia acumulada de 100 casos.

Además, los contactos interpersonales quedarán limitados a los convivientes y una persona externa y se verán obligados a cerrar los comercios no esenciales, la cultura, el ocio y la restauración. Los colegios mantendrán las clases presenciales hasta los 200 casos por cada 100.000 habitantes en siete días, aunque a partir de los 100 positivos serán obligatorios dos test rápidos de antígenos semanales.

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El proyecto de ley obliga asimismo a los empleadores a ofrecer a sus trabajadores en modalidad presencial al menos un test semanal (lo recomendado en todo el país desde hace meses es el teletrabajo). De entrar en vigor este martes, el denominado «freno de emergencia federal» afectaría a unos 310 de los algo más de 400 distritos del país, según los datos del Instituto Robert Koch (RKI) de virología, entre ellos las siete ciudades más pobladas (Berlín, Múnich, Hamburgo, Colonia, Bonn, Stuttgart y Fráncfort).

La incidencia acumulada en los últimos siete días se elevó en el conjunto del país hasta los 140,9 casos por cada 100.000 habitantes, frente a 136,4 ayer y 123,0 hace una semana.

La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó este martes que es «necesario» dar este paso y aplicar «duras restricciones» en las regiones con mayor incidencia porque «la situación es seria». El único objetivo de la reforma legal, que sienta un precedente frente a la tradición federal del país, anclada en la Constitución, es «sacar al país de la fase ascendente» de la tercera ola de la pandemia, agregó.

Merkel señaló además que el Estado y los ciudadanos deben contribuir para «ayudar» a los sanitarios en hospitales y ucis: «No podemos desoír su grito de socorro. No podemos dejarles solos con esta tarea hercúlea». El proyecto de ley debe pasar - probablemente por procedimiento de urgencia - su correspondiente trámite parlamentario.

En el Bundestag (cámara baja) la mayoría que respalda a la gran coalición en el gobierno hará que el proyecto salga adelante sin dificultades. En el Bundesrat (cámara de representación territorial), donde los equilibrios de fuerzas son más complejos por las alianzas regionales, la medida deberá lograr el «sí» de los Länder.

Alemania se encuentra aún en la fase ascendente de la tercera ola, que arrancó a mediados de febrero. Este martes reportó 10.810 nuevos contagios en las últimas 24 horas y 294 muertes. En total acumula 3.022.323 positivos, con unos 240.000 casos activos, y 78.746 muertes con o por covid.