El Gobierno alemán prolongará las restricciones a la vida pública y la actividad económica. | ENRIQUE CALVO

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Alemania va a prolongar las restricciones a la vida pública y la actividad económica hasta el 18 de abril, avanzan este lunes varios medios alemanes.

Éste es uno de los acuerdos a los que han llegado la canciller alemana, Angela Merkel, y los jefes de gobierno de los 16 estados federados en la reunión virtual que están celebrando para analizar la situación de la pandemia de coronavirus en el país, cuyos resultados se comunicarán a la prensa al final del encuentro.

Alemania dará además un paso atrás en su hoja de ruta de la desescalada, que dio su primer paso hace dos semanas con la reapertura con limitaciones de algunos comercios minoristas, debido al recrudecimiento de la situación.

La incidencia acumulada en los últimos siete días se eleva a 107,3 casos por cada 100.000 habitantes, en una clara trayectoria ascendente desde mediados de febrero.

En el último encuentro en este formato, el 3 de marzo, además de fijarse los pasos de la desescalada, se estableció un «freno de emergencia» por si la incidencia acumulada sobrepasaba durante más de tres días seguidos los 100 casos. En ese caso, se debía dar un paso atrás en la vuelta a la normalidad.

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Según «Der Spiegel», Merkel y los líderes regionales están de acuerdo en que, dadas las circunstancias, se debe aplicar «de forma consecuente» el «freno de emergencia» en todo el territorio nacional.

Esto significa que las reuniones deben volver a limitarse a una persona además de los convivientes y que el comercio minorista, los museos y los centros deportivos tienen que volver a cerrar sus puertas apenas 14 días después de que se permitiese su reapertura.
Algunos medios como «Bild» apuntan que entre los temas en los que aún no se ha llegado a un acuerdo se encuentra la Semana Santa y la posibilidad de hacer o no una excepción en esos días a las restricciones a los encuentros familiares como se hizo en Navidad.

Turismo

Otro asunto que se está debatiendo es el turismo interno e internacional en las inminentes vacaciones de Semana Santa, en especial después de que las autoridades alemanas sacasen de la lista de zonas de riesgo a las Baleares, el primer destino internacional de los alemanes.

La tercera portavoz del Gobierno alemán, Martina Fietz, avanzó este lunes que Berlín estudia ligar la posibilidad de los viajes turísticos no solamente a la incidencia de la pandemia en los países de destino sino también a la evolución de esta variable en su propio territorio.

«El Gobierno alemán está muy interesado en que no nos encaminemos hacia un crecimiento exponencial y por eso las etapas de la desescalada sólo se pueden dar con una incidencia estable o a la baja. En este contexto se van a tratar los viajes de vacaciones, sean al extranjero o en el interior», indicó.