Imagen del robot de cocina de Lidl.

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Un tribunal mercantil de Barcelona ha declarado que el robot de cocina Monsieur Cuisine Connect que comercializa Lidl supone una violación de los derechos de la patente de Thermomix, por lo que ordena a la cadena de supermercados retirar todos los ejemplares de la máquina.

En una sentencia, la sección especializada en patentes de los juzgados mercantiles de Barcelona ha fallado a favor de la compañía alemana Vorwerk en el litigio que la enfrentaba a los supermercados Lidl, también germanos, por la comercialización del robot de cocina «Monsieur Cuisine Connect».

El Juzgado Mercantil número 5 de Barcelona considera que la patente del archifamoso robot de Vorwerk es «válida» al concurrir en ella los requisitos de «novedad y actividad inventiva», mientras que el robot de Lidl «reproduce todas y cada una de las características» de la Thermomix, por lo que, con su venta, el gigante de la alimentación «está realizando actos de explotación directa de dicha invención prohibidos».

Por ello, ordena a Lidl cesar la importación, almacenamiento, ofrecimiento y comercialización de la Monsieur Cuisine Connect, le exige retirar del mercado todos los ejemplares que se encuentren en su poder y en el de sus distribuidores y le reclama que destruya todos los documentos comerciales, material publicitario o promocional en los que se reproduzca dicho producto, incluido Internet.

La sala también requiere a Lidl que indemnice a Vorwerk por los daños y perjuicios causados, aunque la cantidad económica se determinará una vez la sentencia sea firme.

El fabricante de Thermomix exigía a la cadena de supermercados el 10 % de las ventas del robot, cuyas existencias se han agotado en pocas horas las veces que se ha comercializado, ya que su precio es de unos 360 euros, casi tres veces menos que la de Vorwerk, una centenaria compañía dedicada a la venta de electrodomésticos y aparatos para el hogar que ostenta este nicho de mercado.

Con su resolución, el tribunal ha desestimado también la petición de Lidl para que se declarase nula la patente de Thermomix por «falta de novedad, de actividad inventiva y por adición de materia».

El conjunto de la causa surge de la demanda que el grupo Vorwerk & Co Interholding GMBH, titular de la patente «Máquina de cocina», más conocida como Thermomix, puso contra Lidl al considerar que plagiaba su robot con el producto Monsieur Cuisine Connect, que comercializó en España bajo la marca blanca SilverCrest.

Su precio más competitivo y el parecido de las especificaciones llevaron al robot de Lidl a convertirse en un éxito de ventas y a ser popularmente bautizado como «la Thermomix barata».

De hecho, su llegada al mercado se interpretó desde muchos sectores como una seria amenaza al monopolio de Vorwerk, que otros fabricantes de electrodomésticos como Cecotec, Bosch, Moulinex o Kenwood no han logrado romper con sus respectivos robots.
En el juicio, que se celebró el pasado noviembre, las partes desgranaron y defendieron las especificaciones de sendas máquinas de cocina poniendo el foco en el cierre de la tapa y en la función de pesado de alimentos.

Se hizo así hincapié en el sellado de la tapa cuando la máquina está funcionando, un mecanismo de seguridad que impide que ésta se abra cuando las cuchillas aún están girando y que el tribunal considera ahora que el electrodoméstico de Lidl ha plagiado.

Durante las dos sesiones que duró el juicio, la defensa de la cadena de supermercados se esforzó en probar que su robot era distinto a la Thermomix y que algunas de las innovaciones que incluye están presentes en otras marcas, e incluso llegó a acusar a Vorwerk de hacer «ilusionismo» y «engañar cerebros» por culparla de plagio.
Tras conocer la sentencia, fuentes de Lidl han asegurado a Efe que «toman nota» de la decisión judicial, que están «analizando al detalle», y que «valorarán» cuáles son los «próximos pasos a seguir» a partir de ahora.