El hombre empuña dos pistolas junto a la Cathedral Church of St. John the Divine de Manhattan. | Reuters

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La Policía de Nueva York ha abatido este domingo a un hombre que había iniciado un tiroteo durante un espectáculo navideño en las inmediaciones de la Catedral de San Juan el Divino, en el barrio de Harlem.

El hombre, de 52 años, según relatan algunos testigos citados por el diario 'The New York Times', comenzó a gritar sobre las escaleras de la catedral que quería ser asesinado mientras realizaba varios disparos, sin que nadie haya resultado herido.

Esas mismas fuentes afirman que el pistolero, quien portaba dos armas de fuego, realizó al menos una veintena de disparos, después de que finalizara un concierto navideño. Uno de los concejales demócratas de la ciudad, Mark D. Levine, ha contado que el sospechoso «parecía tener una enfermedad mental».

Parte de los asistentes, entre los que se encontraba el obispo de Nueva York, el reverendo Andrew Dietsche, corrieron a refugiarse dentro de la iglesia antes de que apareciera la Policía, que finalmente abatió al sospechoso.

«Los feligreses de la Catedral de San Juan el Divino, la audiencia del concierto, el clero y el personal están a salvo», ha comunicado una de las portavoces de la diócesis Episcopal de Nueva York, Isadora Wilkenfeld.

Se desconoce por el momento la identidad del sospechoso, quien vestía por completo de negro, llevaba gorra y mochila, así como una mascarilla con la bandera de la República Dominicana, según muestran algunas de las fotografías difundidas por la prensa estadounidense.

La presidenta del distrito de Manhattan, Gale Brewer, ha informado de que no cuentan todavía con mucha información sobre lo sucedido y ha pedido a la población que evite las aglomeraciones en torno al lugar de los hechos para que la Policía pueda continuar con sus investigaciones.

Poco después, el comisionado de la Policía de Nueva York, Dermot Shea, ha informado durante una rueda de prensa de que el sospechoso tenía «un largo historial criminal» y se sospecha que podría ser el dueño de una bolsa que se halló en el lugar de los hechos en la que había un pequeño bidón de gasolina, cuerda, alambre, varios cuchillos, una Biblia y cinta adhesiva.

Shea ha alabado la «heroica» actuación de tres de los agentes de la Policía de Nueva York, quienes descerrajaron hasta una quincena de disparos sobre el sospechoso, uno de los cuales acertó en su cabeza. Trasladado en estado crítico a uno de los hospitales de la ciudad, se confirmó poco después su muerte.