La altura del agua acumulada en el centro de Venecia es preocupante. | Reuters

TW
4

Las fuertes lluvias que azotan Italia han inundado parcialmente Venecia, que vive este martes un nuevo episodio de «agua alta» sin que haya sido activado el MOSE, el sistema de diques construido para proteger la ciudad de estas subidas.

«Estoy en el Centro de Mareas para seguir la evolución de la situación: el próximo máximo de 145 centímetros es a las 16.40 horas (15.40 GMT), por el anómalo reforzamiento del viento. El sistema MOSE no está activo», escribió el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, en la red social Twitter.

La plaza de San Marcos y el centro histórico de la ciudad están anegados y, si hasta esta mañana el «agua alta» había alcanzado los 122 centímetros, el Ayuntamiento alerta de que se espera un máximo de 145 centímetros, a causa del viento.

«La situación es terrible, estamos bajo el agua de manera dramática», señaló Carlo Alberto Tessein, procurador de la Basílica de San Marcos, quien aseguró que «el nártex está completamente inundado y, si el nivel sigue subiendo, también se inundarán las capillas interiores».

El sistema de diques, conocido como MOSE, que se tardó más de quince años en construir para proteger Venecia de las cada vez más frecuentes inundaciones, fue probado por primera vez el 3 de octubre y se ha activado en varias ocasiones para frenar la marea.

Normalmente está previsto que las 58 puertas móviles de estas barreras se pongan en marcha siempre que se esperen más de 110 centímetros de «agua alta».

Varios comerciantes del centro histórico se quejaban y protestaban por la decisión de no haber levantado las barreras, pese a las previsiones.

La obra consiste en tres barreras submarinas que se elevan para cerrar las tres salidas de la laguna veneciana a mar abierto: Malamocco, Lido y Chioggia.

La obra costó 5.500 millones de euros, mucho más de lo que se había previsto y ha sufrido cuantiosos retrasos, además de escándalos de corrupción.

En noviembre del año pasado, Venecia sufrió una de sus peores «aguas altas», con unos niveles «excepcionales» solo superados por la catástrofe de 1966.