Fachada de la tienda Topshop en Oxford Street en Londres. | FACUNDO ARRIZABALAGA

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El grupo británico de moda Arcadia, propietario entre otros de las marcas Topshop, Burton y Dorothy Perkins, entró este lunes en concurso de acreedores como consecuencia de la pandemia, lo que pone en peligro más de 13.000 empleos.

En un comunicado difundido por los medios británicos, el grupo, propiedad del controvertido empresario Philip Green, señaló que la consultora Deloitte ha sido designada como administrador.

Las tiendas seguirán abiertas (en Inglaterra podrán reabrir con el fin del confinamiento el próximo miércoles) y tampoco se han anunciado despidos por el momento.

El consejero delegado de Arcadia, Ian Grabiner, calificó el día de «increíblemente triste» para el grupo, y destacó que el cierre obligado de sus tiendas por un periodo prolongado «ha impactado severamente» sobre todas sus marcas.

Pese a que la prioridad de Arcadia, dijo en el comunicado, «ha sido conservar los empleos y preservar la estabilidad financiera del grupo», los obstáculos derivados de la covid-19 han sido «demasiado fuertes».

Matt Smit, administrador de Deloitte, se mostró dispuesto a trabajar con los actuales gestores del grupo para evaluar todas las opciones disponibles para sus marcas, que también incluyen otras como Miss Selfridge, Evans, Wallis o Outfit.

«Buscaremos rápidamente manifestaciones de interés y esperamos identificar uno o más compradores para asegurar el éxito futuro de los negocios», señaló Smith.

Según el diario «Financial Times», el grupo británico Frasers o la compañía de moda online Boohoo son algunos de los posibles interesados en la adquisición de las marcas de Arcadia.

Hace solo tres días, en una declaración enviada a Efe, Arcadia reconocía que «el cierre forzoso de nuestras tiendas durante largos periodos como resultado de la pandemia de covid-19 ha tenido un impacto material en nuestras operaciones».

Arcadia se reestructuró el año pasado a través de un acuerdo voluntario de la empresa con sus acreedores en el que cerraron 50 tiendas y se aseguró un recorte de los alquileres de las propiedades que utiliza el grupo.

La competencia de Topshop y otras marcas ha avanzado en los últimos años especialmente en el terreno digital, donde rivales como Zara, del imperio de moda español Inditex, han hecho grandes inversiones.

A juicio de los analistas, Arcadia ha invertido menos y más tarde que sus competidores en su negocio digital, lo que, sumado a los cierres de las tiendas físicas por la pandemia, ha hecho que su crisis se agravase hasta la quiebra de este lunes.