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El Reino Unido rebajó este viernes el nivel de alerta en el país por la COVID-19, del 4 al 3, ante el «significativo» descenso del número de casos registrados desde el inicio de la pandemia.

La recomendación de rebajar la calificación de la amenaza que representa el coronavirus parte del denominado Centro conjunto de bioseguridad -los asesores médicos de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte- que consideran que el virus está en circulación pero su contagio ya no es tan elevado ni aumenta de manera «exponencial».

En un comunicado conjunto, los expertos médicos justificaron su decisión ante el «descenso firme de casos en todas las cuatro naciones», si bien alertaron de que la pandemia no ha terminado todavía.

«Esto no significa que la pandemia esté superada. El virus está en circulación general y es posible que haya brotes localizados», advirtieron.

En la nota, firmada por los directores médicos de Inglaterra, Chris Whitty; Irlanda del Norte, Michael McBride; Escocia, Gregor Smith, y Gales, Chris Jones, instan a la ciudadanía a que «siga con cuidado las directrices para asegurar continuos progresos».

Este país ha establecido cinco niveles de alerta. El máximo -5- implica que el virus circula ampliamente y los servicios sanitarios están desbordados, lo que hace necesario el confinamiento; el nivel 4 informa de que el contagio del virus es alto, se propaga y obliga a mantener la cuarentena y la distancia física.

El 3 supone que el coronavirus está en circulación, pero en menor medida, y se puede proceder a la desescalada.

Para bajar al 2, el país debe llegar a un contagio muy bajo del virus y la distancia social puede ser reducida, en tanto que el 1 implica que el virus ya no está en circulación en el Reino Unido.

Los últimos datos divulgados por el Ministerio británico de Sanidad señalan que los decesos por COVID-19 confirmados por una prueba en este país ascienden a 42.461, tras registrarse 173 en las últimas 24 horas.

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Desde el inicio de la pandemia, se contabilizan ya 301.815 casos positivos de contagio por el coronavirus, 1.146 en la última jornada.

El ministro británico de Educación, Gavin Williamson, subrayó hoy en una rueda de prensa virtual desde Downing Street -residencia del primer ministro- «el descenso sostenido de los casos» al tiempo que advirtió de que «la pandemia no ha terminado y es probable que surjan brotes localizados».

Por su parte, el titular de Sanidad, Matt Hancock, aseguró hoy que la rebaja del nivel de alerta supone un «gran momento» para este país y corrobora que el plan del Ejecutivo «está funcionando».

«Los niveles de infección están descendiendo rápidamente, hemos protegido al NHS (sanidad pública) y, gracias al duro trabajo de millones de personas en nuestros servicios sanitarios y sociales, estamos levantando al país», resaltó el titular de Sanidad.

Al tiempo que el país modificó el nivel de alerta por la enfermedad, el Ejecutivo de Boris Johnson continúa trabajando a fin de diseñar una nueva aplicación móvil con la que detectar contagios del virus tras haber desechado por inadecuada la que estaba probando.
En lugar de emplear la tecnología que estaba en experimentación, utilizará las de Google y Apple, que ofrecen mayor privacidad de datos.

La finalidad de la aplicación es que, cuando una persona desarrolle síntomas del virus, tenga la posibilidad de informar al sistema público de salud y que los usuarios reciban notificaciones de si han estado en contacto con alguien infectado.

Además, el Ejecutivo de Boris Johnson, según informó hoy la BBC, citando a una fuente del sector de la aviación, planea también relajar sus actuales y polémicas reglas de cuarentena a comienzos de julio para algunos países.

Funcionarios británicos negocian con varios países europeos, entre ellos España y Portugal, la posibilidad de establecer «corredores aéreos», de acuerdo con esa fuente.
Actualmente, este país aplica catorce días de cuarentena a los viajeros internacionales, si bien se trata de una regla sometida a revisión cada tres semanas.

Según esto, la cuarentena podría continuar siendo impuesta durante todo el verano para aquellos viajeros extranjeros que lleguen de países con los que el Reino Unido no ha llegado a ningún acuerdo en ese sentido.

Como parte de la desescalada, el Gobierno ya ordenó esta semana la reapertura de los comercios que venden productos no esenciales, siempre y cuando cumplan con estrictas normas de seguridad, como la obligada distancia social de dos metros.