Sus residentes han declarado su intención de crear un vecindario que deje atrás toda forma de vigilancia policial, así como una sociedad donde la policía ya no sea necesaria. | NICK WOOD

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El pasado 8 de junio la policía abandonó la comisaría que se encuentra en el barrio Capital Hill, en Seattle, tras varios días de protestas contra el racismo y bajo el lema #JusticeForGeorgeFloyd. Tras el abandono, los manifestantes se instalaron en el área y la declararon como una «zona autónoma libre de policía».

La población manifestante erigió barricadas y declararon el área, que ocupa aproximadamente 0,16 kilómetros cuadrados, como 'CHAZ' (Zona Autónoma de Capitol Hill).

Desde entonces, en esa zona se instalaron puestos con alimentos, agua y suministros médicos gratuitos, así como espacios para el debate político o un monumento en homenaje a George Floyd.

Sus residentes han declarado su intención de crear un vecindario que deje atrás toda forma de vigilancia policial, así como una sociedad donde la policía ya no sea necesaria.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó esta pasado jueves al gobernador del estado de Washington, Jay Inslee, con «recuperar el control sobre (la ciudad de) Seattle». «Recuperad el control sobre la ciudad ahora. Si no lo hacéis, lo haré yo», ha aseverado Trump en un mensaje de su cuenta de Twitter dirigido a Inslee y a la alcaldesa de la ciudad, Jenny Durkan. «Esto no es un juego. Estos terribles anarquistas deben ser detenidos cuanto antes. ¡Moveos!», ha recalcado. El magnate neoyorquino ha calificado así a los manifestantes como «terroristas domésticos» y ha asegurado que se han hecho con Seattle. En este sentido, el presidente --que ha llamado a ambos políticos «radicales»-- ha amenazado con hacer uso del Ejército para sofocar las protestas.

Sin embargo, Inslee y Durkan, ambos demócratas, no han tardado en responder al mandatario. «Haz que todos estemos más seguros, vuelve a tu búnker», ha manifestado Durkan en relación con la permanencia de Trump durante casi una hora en el búnker de la Casa Blanca el mes pasado cuando estallaron las fuertes protestas. En este sentido, Durkan ha avisado a Trump de que la ciudad no aceptará el despliegue del Ejército para detener las manifestaciones y ha remarcado que el presidente «ha amenazado con invadir Seattle para dividir e incitar a la violencia». «No sólo no es bienvenido, sino que podría ser ilegal», ha agregado, según ha informado la cadena de televisión CNN. La alcaldesa, que ha destacado que la abrumadora mayoría de las protestas en Seattle han sido pacíficas, ha señalado que «una de las cosas que el presidente nunca entenderá es que escuchar al a comunidad no es una debilidad». «Es fortaleza», ha zanjado. Inslee, por su parte, ha aseverado que «un hombre que es completamente incapaz de gobernar no debería entrometerse en los asuntos del estado de Washington». «Deja de tuitear», ha manifestado.