Personal médico en un hospital de Nueva York. | US ARMY/CPL. RACHEL THICKLIN HAN

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Estados Unidos ha rebasado este viernes el umbral de los 50.000 muertos por coronavirus, según el balance actualizado por la universidad Johns Hopkins, que cifra el número de contagios en más de 870.000 y supone una cuarta parte de los fallecidos en el mundo.

Concretamente han muerto en el país un total de 50.031 personas, más de una sexta parte de ellas en el estado de Nueva York, foco nacional de la pandemia con 16.388 muertos.

El número exacto de contagios confirmados hasta el momento es de 870.468, y 80.937 personas se han recuperado de la enfermedad, de acuerdo con el balance de la universidad estadounidense.

El número de tests realizados desde la declaración de la pandemia ha aumentado de manera significativa estos días, hasta los 4.600.000 tests, aproximadamente, que han facilitado a las autoridades sanitarias la identificación de los vectores de contagio.

Además del coste humano, la pandemia ha tenido un efecto devastador en la economía norteamericana. Sumando los datos de las últimas seis semanas se puede observar que la crisis generada por el coronavirus Covid-19 ha provocado la destrucción de 26,7 millones de empleos en Estados Unidos.

A pesar de las constantes inyecciones de ayuda económica a los negocios, estados como Nueva York han criticado la falta de coordinación con el Gobierno federal a la hora de trazar una respuesta unificada al virus.

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Así, mientras Nueva York mantiene las medidas de cuarentena en pleno apogeo de la curva de contagios, estados como Georgia u Oklahoma han comenzado a aliviar medidas de restricción recomendadas por los expertos de la Casa Blanca.

Entre las últimas medidas de contención, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado la orden ejecutiva que suspende la inmigración a Estados Unidos, que se aplicará sobre la residencia permanente --detendrá la emisión de tarjetas verdes o 'green cards'--, durante 60 días.

El mandatario ha sido uno de los centros de atención mediáticos desde la declaración de la pandemia por las largas comparecencias diarias que ha protagonizado acompañado de su equipo de asesores para explicar su plan de contención. Durante estas comparecencias, el presidente ha atacado a los medios de comunicación por minimizar sus esfuerzos, y se ha enredado en polémicas por la escasa fiabilidad de algunas de sus recomendaciones.

La última ha tenido lugar este jueves, cuando Trump ha sugerido la posibilidad de tratar el coronavirus con «una inyección» de «desinfectante» o aplicando «luz solar» en el cuerpo humano para poder así vencer a la Covid-19, la enfermedad generada por el virus, según ha informado la cadena NBC. Expertos médicos, fabricantes de estos productos e incluso autoridades sanitarias como las de Nueva York han rechazado estas declaraciones y rogado a la población que se abstengan de ingerir estos productos tóxicos.

«Veo que el desinfectante lo noquea en un minuto, en un minuto. ¿Hay alguna manera de que podamos hacer algo como una inyección dentro o casi una limpieza?», especuló Trump en la rueda de prensa.

En respuesta, la Casa Blanca ha asegurado este viernes que Trump, en realidad, nunca recomendó la ingesta de desinfectante y acusó a los medios de comunicación de distorsionar sus palabras.