El plan, que ya ha sido enviado a los gobernadores de los estados, incluye cuándo reabrir restaurantes, bares, gimnasios y espacios públicos y brinda orientación a los empleadores, así como la introducción gradual de viajes no esenciales. | Europa Press

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El presidente Donald Trump ha presentado un plan de tres fases para reabrir el país en el marco de la pandemia del coronavirus en Estados Unidos, y permitirá a los gobernadores tomar decisiones a este respecto basadas en sus necesidades individuales porque «los estados son diferentes».

«Basándonos en los últimos datos, nuestro equipo de expertos está de acuerdo en que podemos comenzar con el siguiente frente de nuestra guerra, que hemos llamado 'Abrir América de nuevo'», ha asegurado Trump durante la rueda de prensa diaria del grupo de trabajo del coronavirus en la Casa Blanca.

«Y esto es lo que estamos haciendo. Vamos a reabrir nuestro país», ha agregado, aunque ha matizado que no va a abrirse «de una vez, sino un paso cuidadoso cada vez».

El plan, que ya ha sido enviado a los gobernadores de los estados, incluye cuándo reabrir restaurantes, bares, gimnasios y espacios públicos y brinda orientación a los empleadores, así como la introducción gradual de viajes no esenciales. Además, emplaza a los trabajadores a practicar el distanciamiento físico o controlarse la temperatura.

En concreto, describe «criterios de selección estatales o regionales» que deben satisfacerse antes de iniciar la fase de apertura en tres vertientes -síntomas, casos y hospitales-, como reducir las trayectorias de personas que presentan síntomas asociados a la gripe o a la COVID-19 en un período de 14 días, disminuir los casos de coronavirus en el mismo período o fortalecer los programas de pruebas diagnósticas para profesionales sanitarios.

En este sentido, el mandatario estadounidense ha precisado que las recomendaciones emitidas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) han de permanecer vigentes a menos que un gobernador determine que ha pasado 14 días con un número suficientemente bajo de casos para implementar las nuevas pautas de reapertura.

Después, la recomendación se orienta hacia la preparación de las «responsabilidades» de los estados «centrales», que se focalizan en pruebas diagnósticas y seguimiento de contactos con afectados, la capacidad del sistema de salud y pautas más generales, como proteger a los trabajadores de las residencias de ancianos o asegurar que los ciudadanos cumplen los protocolos de distanciamiento social y cubrimiento facial.

El documento hace hincapié en que el «enfoque» de las fases debe estar basado en información actualizada y disponibilidad, mitigar el riesgo de rebrote, proteger a los más vulnerables y se pueda implantar a nivel nacional o por estados, según lo decidan los gobernadores.

Asimismo, hay pautas para todas las fases diferenciadas para individuos y empleadores. Para individuos, la Administración Trump recomienda que se tenga en cuenta una buena higiene y que las personas que no se encuentren bien no salga de sus domicilios, entre otras, mientras que los empleadores tienen que poner en marcha políticas de seguimiento a los empleados después de realizarles las pruebas para detectar el coronavirus.

Para Trump, algunos estados menos afectados por el coronavirus podrían reabrir sus negocios este viernes si cumplen con los criterios proporcionados por la Casa Blanca.

«Si miras a Montana, Wyoming, Dakota del Norte, son muy diferentes a Nueva York, muy diferentes a Nueva Jersey», ha señalado Trump. Podrían abrir porque ya tienen todas las pautas, ha insistido, según ha informado la cadena de televisión CNN.

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Gobernadores

En cuanto al papel de los gobernadores en la reapertura del país, Trump ha incidido en que podrán tomar decisiones individuales. «Si necesitan permanecer cerrados, les permitiremos hacerlo. Si creen que es hora de reabrir, les proporcionaremos la libertad y las recomendaciones para cumplir esa tarea y muy, muy rápido, dependiendo de lo que quieran hacer», ha explicado el presidente estadounidense.

El nuevo rol de los gobernadores en la reapertura de Estados Unidos constituye un cambio significativo en la retórica que Trump ha utilizado en los últimos días, en la que ha insistido en su «autoridad total» para tomar decisiones sobre cómo levantar las medidas de contención adoptadas por los estados para frenar la expansión del coronavirus, en detrimento de la de los gobernadores.

«Los gobernadores tendrán el poder de adaptar un enfoque que satisfaga las diversas circunstancias de sus propios estados, cada estado es muy diferente», ha aseverado Trump.

Asimismo, ha asegurado que su Administración está «alentando» a los estados a que trabajen juntos para «armonizar" los esfuerzos regionales. «Tendremos numerosos casos en los que los estados han trabajado y estarán trabajando muy, muy juntos», ha detallado.

Trump ha sostenido desde el principio de la crisis de COVID-19 su inclinación a no detener la actividad productiva de Estados Unidos y, después, a reabrir el país lo antes posible, en confrontación con lo que expertos y gobernadores han abogado. La fecha que maneja su Administración es el 1 de mayo.

El fin del peligro

Por su parte, el principal responsable científico en la lucha contra el coronavirus en Estados Unidos, Anthony Fauci, ha avisado de que el plan presentado por Trump para la reapertura del país no significa «el fin del juego».

«No importa en qué fase se encuentre, hay ciertas cosas fundamentales que hemos hecho que no son como en septiembre y octubre», ha dicho Fauci, al tiempo que ha señalado que la nueva fase puede llamarse 'nueva normalidad' y que «será una forma de proteger» a los ciudadanos.

Asimismo, ha indicado que hay que continuar tomando medidas preventivas para evitar la propagación del virus hasta que haya una vacuna.

Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia del coronavirus. Los casos en la nación norteamericana sobrepasan los 667.000, mientras que los muertos casi alcanzan los 33.000.