Silueta de una mujer que camina frente a una pintada de Juan Román Riquelme, en el barrio de la Boca. | Efe

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La cuarentena en Argentina, que rige desde el 20 de marzo sobre casi toda la población para frenar el coronavirus, deberá extenderse más allá de la fecha prevista, el 13 de abril. El presidente Alberto Fernández reconoció este lunes que podrá haber una flexibilización.

«La cuarentena va a seguir, lo que podemos hacer es flexibilizarla, pero nosotros hicimos un enorme esfuerzo y no podemos perderlo», señaló el jefe de Estado en una entrevista con el canal televisivo de noticias TN.

El pasado 29 de marzo, Fernández ya había anunciado que el aislamiento social, preventivo y obligatorio, que iba a culminar el 1 de abril, se alargaría hasta finales de Semana Santa, con el fin de ralentizar el ritmo de contagios de la COVID-19 en el país, que hasta ahora ha dejado 1.628 afectados y 53 fallecidos.

«Estamos un poco mejor pero tenemos que ir con cuidado», expresó el presidente, quien no precisó una nueva fecha de final del confinamiento ni quiso dar ejemplos de qué sectores económicos podrían ser exceptuados de cumplir a cuarentena, al mostrarse convencido de que ha de surgir de diversas conversaciones.

Reuniones con los gobernadores provinciales

Fernández adelantó que este martes encabezará una teleconferencia con todos los gobernadores provinciales para determinar cómo avanzar, y afirmó que propuso a la Unión Industrial Argentina, la Cámara Argentina de Comercio y la Confederación General del Trabajo -principal central sindical- mantener el diálogo para, junto al grupo de expertos médicos a los que habitualmente consulta el Gobierno, ir tomando decisiones.

«Miren lo que pasa en el resto del mundo y se darán cuenta cómo hemos logrado eso que llaman 'aplanar la curva', que a mí me gusta decir 'ralentizar el contagio', y poder controlarlo mejor. Todo el esfuerzo que hicimos no debemos perderlo», insistió.

Lo que sí adelantó es que las clases escolares «seguro que no van a volver», por el efecto que la actividad educativa tiene en el trajín del transporte publico: «es el canal ideal para infectar y contagiar al otro», sentenció.

«Imagínese que mañana dijéramos se terminó la cuarentena y largamos a todo el mundo a trabajar... haríamos un enorme caos», enfatizó.

Lejos de «cantar victoria», a pesar de considerar que Argentina está siendo un modelo para el mundo en cuanto a la rapidez de las medidas tomadas y la lentitud en el ritmo de contagio, el jefe de Estado auguró que el país va a pasa por «momentos dolorosos», ya que según adelantó, será «a mediados de mayo» cuando se dé el pico de contagios.

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«Cuanto más demoremos la cuarentena, más tiempo ganaremos para poder fortalecernos en insumos y también de atender la epidemia», subrayó.

El efecto de la economía

Argentina lleva dos años en recesión, con altas tasas de inflación y con más del tercio de la sociedad bajo la linea de pobreza.

Este lunes se conoció que los analistas que mes a mes consulta el Banco Central argentino para su informe de expectativas de mercado proyectan en su último informe que el Producto Interior Bruto caerá un 4,3 % este año, marcado por los efectos de la pandemia.

«Lo peor que nos podría pasar es que con esta idea de que muchos alimentan de que 'hay que recuperar la economía'... terminemos enfermando a los argentinos», indicó Fernández, y reconoció que habrá una nueva caída de la actividad económica. «Pero vamos a salvar muchas vida haciendo eso», señaló.

Polémica compra de alimentos

El presidente también se refirió a la polémica surgida hoy después de que se conociera que el Gobierno compró alimentos básicos para abastecer a sectores de bajos recursos por montos en algunos casos muy superiores a los precios medios de los supermercados.

Al respecto, destacó la «honestidad» del ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo y reveló que este ya dispuso abrir una investigación interna en la cartera para saber lo que pasó.

El ministro había explicado que hubo algunos productos cuya oferta de venta al Gobierno superaba los precios de referencia y, «ante la necesidad de llegar a comedores y merenderos con esos productos», se decidió realizar la compra.

«Eligió alimentar a la gente», concretó Fernández, que criticó duramente la cartelización de ciertos sectores y la especulación a la hora de subir los precios en un momento de alta demanda y necesidad.

«No voy a permitir que se pague lo que no se debe pagar y que alguien aproveche la situación de emergencia que vive Argentina para llenar sus bolsillos», continuó, y adelantó que se revisarán las compras.