Un miembro del personal sanitario acompaña a una mujer en Turín. | ALESSANDRO DI MARCO

TW
1

Un total de 15.887 personas con coronavirus han fallecido en Italia desde que se detectó el brote a finales de febrero, una cifra que supone un incremento de 525 casos desde el sábado pero que representa la más baja desde el 19 de marzo.

El número de contagios totales -contando enfermos, fallecidos y curados- es de 128.948 personas, 4.316 más en 24 horas, un número inferior al registrado el sábado en comparación con el día anterior.

Hay actualmente 91.246 personas enfermas, con lo que el número de positivos ha subido en 2.972 en un día, y hay 21.815 curados, 819 más en 24 horas.

«No debemos bajar la guardia. Es esencial que sigamos quedándonos en casa y salir solo por necesidad», ha declarado el jefe del departamento de Protección Civil, Angelo Borrelli, quien ha subrayado de todos modos «las buenas noticias» sobre la tendencia descendente.

Noticias relacionadas

Italia tendrá que convivir con el coronavirus hasta que haya una vacuna, según el ministro de Sanidad italiano, Roberto Speranza, quien asegura que el Gobierno trabaja en un plan para aplicar cuando se levante el confinamiento total a nivel nacional, por ahora vigente hasta el 13 de abril.

«La emergencia no ha terminado. El peligro no ha acabado, nos esperan todavía meses difíciles. Nuestro trabajo es crear las condiciones para convivir con este virus. Aquí el verbo correcto es convivir, al menos hasta que tengamos la vacuna o una cura», reconoce Speranza en una entrevista que publica este domingo el diario «La Repubblica».

Explica que el Ejecutivo trabaja en un plan de acción sanitario que incluye la creación de nuevos hospitales para asistir a los enfermos con COVID-19 y también el lanzamiento de una aplicación que controlará los movimientos de los nuevos contagiados durante las 48 horas anteriores a haber dado positivo.

Asimismo, ofrecerá a los pacientes en aislamiento domiciliario una atención médica constante y directa. También se realizarán test en masa para controlar cuántos de los 60 millones de italianos han tenido el virus, cuántos son inmunes y en qué zonas se puede volver a la normalidad porque el riesgo se ha reducido mucho.