Vista del volcán desde una avioneta. | Jorge Silva

TW
0

Las Fuerzas Armadas de Nueva Zelanda han puesto en marcha este jueves una arriesgada misión para recuperar los cadáveres de las ocho personas que han muerto por la erupción volcánica en Isla Blanca.

Ocho personas han muerto y otras 20 han resultado heridas por la erupción el pasado lunes de la isla volcánica, muy popular entre los turistas. En ese momento había 47 personas, de las cuales 24 eran de Australia, nueve de Estados Unidos, cinco de Nueva Zelanda, cuatro de Alemania y dos de China y otras tantas de Reino Unido y una de Malasia.

Las autoridades neozelandesas están sometidas a una creciente presión de las familias de las víctimas y de la comunidad local para recuperar cuanto antes sus cadáveres ante el riesgo de que se produzca una nueva erupción.

Noticias relacionadas

Precisamente por ese riesgo, la Policía se había negado a iniciar las tareas de búsqueda y rescate de supervivientes y de recuperación de cadáveres. Finalmente, esta labor recaerá sobre las Fuerzas Armadas, aunque apoyadas por el cuerpo de seguridad.

Los efectivos, que llevarán un equipamiento especial, partirán hacia Isla Blanca desde un barco situado frente a sus costas y se espera que permanezcan allí unas horas. El subcomisario Mike Clement ha explicado que seis cadáveres se ven claramente mientras que hay que buscar los dos restantes.

Los expertos han advertido de que la Isla Blanca es «altamente volátil» en estos momentos. La agencia geológica del país ha indicado que la probabilidad de que se produzca otra erupción en las próximas 24 horas es de entre el 50 y el 60 por ciento.

«Me preocupa el tiempo --la dirección del viento, el estado del mar-- porque todo eso supone un riesgo, añade complejidad», ha indicado Clement en declaraciones a los medios de comunicación. «Muchas cosas tienen que salir bien para este trabajo», ha avisado.