El opositor venezolano Leopoldo López. | Rafael Hernandez/dpa

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El opositor venezolano Leopoldo López, que permaneció encarcelado en Caracas durante casi tres años y medio y estuvo casi otros dos en arresto domiciliario, cumple seis meses como «huésped» en la residencia del embajador español en Venezuela, sin que haya indicios de que su situación, como la del país, pueda cambiar próximamente.

El pasado 30 de abril, López fue liberado por un «indulto presidencial» de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional a quien España y otros países reconocen como presidente encargado del país. Guaidó llamó a la sublevación de las Fuerzas Armadas pero ésta no se produjo y López, acompañado por su mujer, Lilian Tintori, y su hija pequeña, acabó recalando primero en la Embajada de Chile y luego en la española.

A principios de junio, Tintori, que tiene pasaporte italiano, viajó con la niña a Madrid, donde ya se encontraban sus dos hijos mayores. Sin embargo, López sigue en la residencia del embajador español, en las mismas condiciones en las que entró hace seis meses, es decir, como huésped del embajador, Jesús Silva, y con una limitación de su actividad política.

El opositor no ha pedido asilo, ni puede hacerlo porque la ley española solo permite hacer esa solicitud en territorio nacional. Eso sí, está protegido por la inviolabilidad del complejo de la Embajada.