Imagen del Open Arms. | OPEN ARMS

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El Open Arms ya puede entrar en aguas italianas sin la amenaza de ser retenido ni de pagar multas millonarias después de que un tribunal italiano haya levantado la prohibición que le había impuesto el ministro del Interior de ese país, Matteo Salvini, de entrar en aguas de su jurisdicción.

Así lo ha anunciado este miércoles en Madrid el fundador de la ONG catalana, Óscar Camps, quien también ha avanzado que pedirá la evacuación inmediata «por motivos médicos» de los 147 inmigrantes que aún permanecen en el buque, que ya suma 13 días esperando un puerto donde desembarcarlos.

Sin embargo, no lo hará sin obtener antes la autorización previa de las autoridades italianas: «Buscamos la legalidad absoluta», ha resaltado Camps antes de explicar que, ante el empeoramiento de las condiciones meteorológicas de hoy, van a buscar ya “abrigo” en la isla italiana de Lampedusa, de la que le separan unas 30 millas, unas 3 horas de navegación.

En concreto, la resolución del Tribunal Administrativo del Lazio admite el recurso que la ONG presentó contra la orden de Salvini, que amenazaba con confiscar el barco e imponerle multas millonarias si entraba en aguas italianas, aunque no designa el puerto en el que lo debe hacer.

Lo hace argumentando que «la situación de gravedad y urgencia excepcionales» justifica que se permita su ingreso «para que las personas rescatadas que lo necesiten reciban asistencia médica». La respuesta de Salvini no se ha hecho esperar y ya ha respondido que volverá a firmar otra prohibición contra la embarcación en las próximas horas.

Y es que con esta resolución el Open Arms ya tiene vía libre para transitar por aguas italianas, pero le sigue faltando que le asignen un puerto en el que atracar; aunque no ha podido vaticinar cuándo lo hará, el fallo de la justicia italiana, ha dicho, “es un empujón” para poder hacerlo “antes de lo previsto”.

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«Hemos tumbado el decreto de seguridad de Salvini que nos prohibía entrar en aguas italianas bajo amenaza de confiscarnos el barco», ha abundado Camps para añadir a continuación: “Supongo que esto les sonará aquí porque también tenemos algo parecido”, en referencia a las multas de hasta 900.000 euros que el Gobierno español advirtió con imponerle si retomaba los rescates en el Mediterráneo.

Con todo, Camps espera que la solución para los 147 inmigrantes del Open Arms «sea de horas, no de días” y ha confiado en que el Tribunal de Menores de Palermo (Sicilia) también les dé la razón en cuanto a los 31 menores presentes en el buque y que han pedido asilo.

Asimismo, Camps ha reiterado que ha tratado con la canciller alemana, Ángela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, para que ambos “intercedan con el Gobierno español para que hagan un eje poderoso y puedan poner en marcha un mecanismo perfecto y constante, porque sabemos que va a haber más rescates y más desembarcos».

Ya ha tenido una respuesta, y es que el reparto de los rescatados «está más cerca».

Camps ha hecho estas declaraciones con el embajador alemán en España, Wolfgang Dold, a quien ha transmitido la necesidad de que se forme este eje a tres Estados y preparen una plataforma de «desembarco coordinado» de los auxiliados «porque va a haber más».
Sin embargo, aún no ha logrado verse con el jefe del Ejecutivo español, al que recrimina que haya sido más fácil acceder a los mandatarios francés y alemana.

Mientras todo esto ocurre, la situación en el buque continúa empeorando y la tripulación trata de calmar el estrés que sufren los inmigrantes, «algunos con problemas bastante serios», y que no haya «ningún intento de suicidio y que la violencia cese porque no queremos ningún drama».