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Al menos 19 personas murieron y 23 resultaron heridas hoy por un ataque suicida con coche bomba en los aledaños de un puesto de control de seguridad cerca del aeropuerto internacional Aden Adde de Mogadiscio, confirmó la Policía.

El ataque, que provocó una enorme explosión y una gran columna de humo negro, ocurrió en una zona entre el hotel Afrik, que sufrió daños materiales, y la intersección conocida como K-4 en la carretera que conduce al aeropuerto de la capital de Somalia.

«Fui testigo de la explosión y vi los cadáveres de 11 personas. La zona estaba muy concurrida y había gente que iba a entrar al aeropuerto», que se encuentra a 1,2 kilómetros del lugar del ataque, dijo a Efe el agente de policía Ali Wiirow.

Cinco de los fallecidos son miembros de las fuerzas de seguridad, incluido el responsable del puesto de control, Hussein Aanka, de la Agencia Nacional de Inteligencia y Seguridad (NISA) de Somalia.

Wiirow cifró también el número de heridos en 23, un dato superior a los 15 que anteriormente había confirmado a Efe el trabajador sanitario Mohamed Abshir, de la clínica Barwaaqo, próxima a la K-4.

Las fuerzas de seguridad han acordonado la zona tras la explosión, que también dañó varios vehículos que se disponían a pasar por el puesto de control, según pudo constatar Efe.

Cerca del aeropuerto se encuentra la llamada «zona verde» de Mogadiscio, que alberga numerosas embajadas extranjeras, personal de la ONU y de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), entre otros.

El grupo yihadista Al Shabab, que suele cometer este tipo de atentados con frecuencia en la capital del país, se atribuyó el atentado e indicó que su objetivo era el aeropuerto internacional.

Uno de los ataques recientes más graves de Al Shabab fue el perpetrado el pasado día 12 en la ciudad portuaria de Kismayo (sur), donde murieron al menos 26 personas, incluidos dos estadounidenses, un británico y un canadiense; y más de 50 resultaron heridas.

Al Shabab, que se adhirió formalmente a la red terrorista Al Qaeda en 2012, controla parte del centro y el sur de Somalia y lucha con el objetivo de instaurar un Estado islámico de corte wahabí en ese país.

Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.