.Juan Guaidó. | STRINGER

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El autoproclamado «presidente encargado» de Venezuela, Juan Guaidó, ha asegurado que cuenta con el apoyo de sus aliados internacionales al «proceso irreversible de cambio» que, según él, ha comenzado este martes con el objetivo de derrocar al Gobierno de Nicolás Maduro.

«Hemos conversado con nuestros aliados de la comunidad internacional y tenemos su respaldo firme a este proceso irreversible de cambio en nuestro país», ha escrito el jefe de la Asamblea Nacional en su cuenta oficial de Twitter.

Guaidó ha dado por iniciada la 'Operación Libertad', nombre con el que se refiere al proceso con el que pretende poner fin a la «usurpación» de Maduro, crear un gobierno de transición y celebrar unas verdaderas elecciones presidenciales, ya que considera que las del pasado 20 de mayo fueron un fraude.

El líder opositor, que ha comenzado la jornada en la base aérea de La Carlota y ahora espera en la plaza Altamira, en el centro de Caracas, a que se le unan todos los militares, ha pedido a la ciudadanía que tome las calles. «Vamos a resistir hasta lograr una Venezuela libre», ha sostenido.

Los países de la región han ratificado sus posiciones, las mismas que fijaron el pasado 23 de enero, cuando Guaidó se autoproclamó «presidente encargado» de Venezuela en respuesta a la decisión de Maduro de iniciar el 10 de enero un segundo mandato que la oposición y la comunidad internacional consideran ilegítimo.

Así, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha declarado que su Gobierno «se solidariza con el sufrido pueblo venezolano, esclavizado por un dictador». «Apoyamos la libertad de esta nación hermana para que finalmente viva una verdadera democracia», ha apuntado en Twitter.

También el presidente de Chile, Sebastián Piñera, se ha referido al régimen de Maduro como una «dictadura» y ha dicho que «debe terminar por la fuerza pacífica y dentro de la Constitución». Piñera ha dado su «total apoyo al presidente Guaidó y a la democracia».
«Apoyamos más que nunca la democracia en Venezuela», ha dicho en la misma línea el presidente argentino, Mauricio Macri, que ha celebrado la liberación de Leopoldo López y ha recalcado su reconocimiento a Guaidó y a la Asamblea Nacional como únicas instituciones legítimas. «Desconocemos la autoridad del dictador Maduro», ha subrayado.

Por su parte, el presidente de Colombia, Iván Duque, ha hecho un llamamiento a los militares y ciudadanos venezolanos a ponerse «del lado correcto de la historia, rechazando dictadura y usurpación de Maduro». Así, les ha animado a que se sumen a la «búsqueda de libertad, democracia y reconstrucción institucional» junto a Guaidó.

En apoyo a Guaidó también ha salido el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, que ve en el liderazgo del dirigente antichavista «una salida democrática pacífica y venezolana a la crisis humanitaria que afecta al hermano país». Panamá, ha añadido, «respalda de manera decidida los esfuerzos legítimos por el restablecimiento de la democracia».

El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, ha llamado igualmente a la movilización desde su cuenta en Twitter: «¡Valiente pueblo de Venezuela! !Llegó tu hora!».

Por otro lado, los ministros de Exteriores del Grupo de Lima, que reúne a los países americanos que se oponen a Maduro, celebrarán una teleconferencia a las 15.30 (21.30 hora peninsular española), para abordar los últimos acontecimientos en Venezuela.

Otro bloque crítico con Maduro, la Organización de Estados Americanos (OEA), se ha pronunciado por boca de su secretario general, Luis Almagro. «Saludamos adhesión de militares a la Constitución y al Presidente encargado de Venezuela», ha escrito en Twitter, desde donde ha llamado a un «proceso de transición democrática de forma pacífica».

ALIADOS DE MADURO

En el lado contrario se sitúan los países aliados de Maduro, aglutinados en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). Para estos países, se trata de un «intento de golpe de Estado auspiciado y propiciado por fuerzas políticas radicales de la derecha venezolana en complicidad con los enemigos históricos de la independencia y soberanía» de la región.

«Condenamos enérgicamente el intento de golpe de Estado en Venezuela, por parte de la derecha que es sumisa a intereses extranjeros», ha escrito el presidentre de Bolivia, Evo Morales en su cuenta de Twitter, desde donde ha señalado como responsable último a Estados Unidos.

Morales ha abogado por «impedir que la violencia cobre vidas de inocentes» y ha advertido de que «sería un nefasto antecedente dejar que la intromisión golpista se instale en la región». «El diálogo y la paz deben imponerse sobre el golpe», ha apostillado.

Por su parte, el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, ha asegurado que «los traidores que se han colocado al frente de este movimiento subversivo han empleado tropas y policías con armas de guerra en una vía pública de la ciudad para crear zozobra y terror».

MÉXICO PIDE DIÁLOGO

En un término medio entre los dos bandos se sitúa el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que ha apelado al «diálogo» y a la no violencia al referirse a la actual escalada de tensiones políticas y sociales en Venezuela, si bien ha reiterado que su posición pasa por no intervenir en cuestiones de otros países.

Así, en aras de la «no intervención y autodeterminación de los pueblos», López Obrador ha señalado que es partidario de la «solución pacífica» en el caso de «conflictos», tanto en Venezuela como en otros contextos. «Deseamos que haya diálogo, que se respeten los Derechos Humanos, que no se apueste a la violencia en todos los países del mundo», ha declarado.

López Obrador ya intentó sin éxito lanzar un proceso de diálogo entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana. Ahora, el Ejecutivo mexicano ha iniciado una ronda de «consultas» con los otros 16 países que integran el denominado Mecanismo de Montevideo con el objetivo de encontrar una «ruta común», según un comunicado del Ministerio de Exteriores.

En un tono similar, la ministra de Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, ha dicho en Twitter que «está monitoreando la situación en Venezuela muy de cerca». No obstante, ha pedido garantizar la seguridad de Guaidó y López y ha subrayado que quienes les apoyan «pacíficamente» deben hacerlo «sin temor a la intimidación o la violencia».