Stephen Barclay. | PETER NICHOLLS

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El ministro británico para el Brexit, Stephen Barclay, aseguró este jueves que el Reino Unido saldrá de la Unión Europea el 29 de marzo con o sin acuerdo, porque «así lo establece la legislación» previamente aprobada por el Parlamento.

Barclay se expresó así al inicio del debate en la Cámara de los Comunes sobre una moción gubernamental general relativa al «brexit», que se votará a partir de las 17.00 GMT junto con las enmiendas presentadas por los diputados.

Al asegurar la intención del Gobierno de salir en la fecha prevista, el ministro trató de ofrecer garantías a sus colegas del Partido Conservador defensores de un «brexit» duro, que amenazan con abstenerse en la votación de esta tarde y provocar así el rechazo del texto.

Dado que la moción no es vinculante, esto no afectaría a los planes de la primera ministra, Theresa May, pero sí socavaría su autoridad en las negociaciones con la UE. Barclay instó a apoyar la moción para «dar la oportunidad» a May de negociar con Bruselas los cambios solicitados por la cámara el pasado 29 de enero a la polémica salvaguarda para evitar una frontera física en la isla de Irlanda tras el «brexit».

La moción de este jueves simplemente pide al Parlamento respaldar el enfoque adoptado el 29 de enero, pero los «tories» rebeldes dudan en secundarla porque ese día también se aprobó una enmienda que rechaza una salida de la UE sin pacto, opción que ellos quieren mantener sobre la mesa.

Barclay aseguró que la ley aprobada en 2018 que fija la fecha de retirada en el 29 de marzo «prevalece» sobre la moción.La cámara votará primero tres enmiendas, encabezadas por la del Partido Laborista, que pide a May someter a votación su acuerdo definitivo de «brexit» el 27 de febrero.

Otra enmienda del Partido Nacionalista Escocés (SNP) pide retrasar tres meses la fecha de salida y una tercera de la diputada conservadora Anna Soubry, que tiene opciones de prosperar, reclama al Gobierno que haga público su análisis sobre el impacto de una salida no pactada.

May negocia actualmente con la UE cambios en la salvaguarda irlandesa, principal escollo para que se apruebe su pacto, y se ha comprometido a convocar la votación de otra moción en los Comunes si para el 26 de febrero no ha logrado mejorar su texto.

Aunque Bruselas ha dicho que no renegociará el tratado, rechazado inicialmente por el Parlamento británico el 15 de enero, no descarta ofrecer garantías en la declaración sobre la futura relación comercial bilateral.