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Las autoridades indonesias elevaron este miércoles a 1.407 la cifra de víctimas mortales que causó el terremoto de magnitud 7,5 y el posterior tsunami que golpearon la isla de Célebes el 28 de septiembre.

«Creemos que la cifra seguirá aumentando», dijo el portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, en rueda de prensa en Yakarta televisada.

El número de heridos graves que se encuentran hospitalizados ha subido a 2.549 y el de desaparecidos ha pasado a 113.

Además, las autoridades atienden a 70.821 personas en 141 centros de evacuados y el registro de casas derruidas o dañadas está en 65.733.

La gran mayoría de las víctimas pertenece a Palu, la capital de la provincia de Célebes Central y con una población de unos 350.000 habitantes, y el resto provienen del vecino distrito de Donggala y partes de Sigi y Parigi Moutong, detalló el indonesio Sutopo.

La catástrofe comenzó el pasado viernes con un terremoto de magnitud 6,1 que causó un muerto y 20 heridos seguido, tres horas después, del seísmo de 7,5 y el tsunami.
Sutopo indicó hoy en la citada rueda de prensa que el 63 por ciento de los indonesios en la región de Célebes afectada por le terremoto y el tsunami no escucharon las sirenas de alerta de olas gigantes.

El portavoz de la BNPB añadió que en Indonesia el 71 por ciento de la población nunca ha hecho un simulacro de respuesta a desastres.

En 2004, un potente terremoto de entre 9,1 y 9,3 grados en aguas de la isla indonesia de Sumatra generó un tsunami que causó unos 280.000 muertos en una docena de países bañados por el océano Índico, la mayoría en Indonesia.

Indonesia se asienta sobre el llamado «Anillo de Fuego del Pacífico», un área de gran actividad sísmica y volcánica sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.