El estudio revela que los «relaciones públicas», captados durante sus vacaciones en la isla, son obligados a trabajar muchas horas, por poco dinero y sin contrato. | Michel's

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El Gobierno del Reino Unido presentó este viernes una campaña informativa para advertir a los jóvenes veraneantes británicos de los riesgos de ser víctimas de la «explotación laboral» en la isla de Mallorca.

La campaña, lanzada conjuntamente por el Servicio de Aduanas, la organización no gubernamental contra la esclavitud moderna Unseen y el ministerio de Asuntos Exteriores, contará con carteles en los aeropuertos británicos, con especial énfasis en los vuelos a Mallorca.

El Gobierno de Londres avisa a los jóvenes «en búsqueda de sol» de los peligros de aceptar un trabajo «extraoficial» o sin contrato de «relaciones públicas» en bares y discotecas en la isla balear, sobre todo en la zona de Magaluf, explicó en un comunicado.

Según ese texto, una investigación del ministerio de Exteriores ha revelado que un 80 % de los presos de nacionalidad británica en la isla son antiguos «relaciones públicas», personas empleadas para atraer clientes a locales nocturnos.

El estudio reveló que esos «relaciones públicas», captados durante sus vacaciones en la isla, son obligados a trabajar muchas horas, por poco dinero y sin contrato, mientras que el alojamiento que se les ofrece es inadecuado y a menudo se les quita el pasaporte.

Durante la campaña, agentes de inmigración hablarán con los jóvenes turistas «para informarles de los pasos que deben dar a fin de reducir el riesgo de convertirse en víctimas de la explotación laboral y de a quién dirigirse si necesitan ayuda».

«¡No dejes que el trabajo estival de tus sueños se transforme en una pesadilla!», dice el póster que se exhibirá en los aeropuertos durante la operación, que durará una semana.

El Gobierno aconseja a quienes acepten un trabajo como relaciones públicas de bares y discotecas que insistan en obtener un contrato en condiciones, pues, sin éste, en España se está «trabajando ilegalmente».

Siempre se debe conservar el propio pasaporte y no permitir que nadie «lo guarde», y hay que inspeccionar el alojamiento antes de aceptarlo como parte de los emolumentos, se señala en la nota.

Cualquiera a quien se quite el pasaporte, debe denunciar este hecho a la policía y luego contactar al consulado británico, se explica.

«Al resaltar el asunto, queremos que aquellos que se planteen aceptar un trabajo como relaciones públicas en Magaluf, muchos de quienes son turistas tentados por la idea de alargar su estancia al sol, no encuentren que su verano se ha convertido en una pesadilla», dice en el comunicado la secretaria de Estado de Inmigración, Caroline Nokes.

El cónsul general británico en Barcelona, Lloyd Milen, señaló por su parte que la campaña pretende que los jóvenes «conozcan los riesgos y sepan qué hacer si tienen problemas».

«Mallorca es un lugar de vacaciones increíble y seguirá siendo un destino favorito de la gente joven, por sus fabulosas playas y bien conocida vida nocturna, por eso espero que, con esta operación, este verano veamos menos empleados de relaciones públicas convertidos en casos consulares», afirmó.