La enviada especial del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, la actriz estadounidense Angelina Jolie, durante la rueda de prensa que ofreció junto al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, tras su reunión en la sede de la Alianza en Bruselas, Bélgica, este miércoles 31 de enero de 2018. | Efe

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La enviada especial de la ONU para los Refugiados, Angelina Jolie, selló este miércoles su compromiso con la OTAN para intentar atajar la violencia sexual en zonas de conflicto, un acuerdo que busca aunar la experiencia humanitaria de la actriz y la acción militar de la alianza.

El acuerdo, firmado con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se centra en el entrenamiento, la supervisión y la concienciación de las tropas.

En su primera visita oficial al cuartel general de la Alianza Atlántica, en Bruselas, Jolie denunció el uso de la violencia sexual «como arma de guerra» y como una «herramienta creciente de conflicto e inseguridad en el mundo».

«Su uso como arma de guerra supone un problema incómodo de enfrentar para las sociedades», lamentó Jolie.

Después de 16 años de trabajo en el campo humanitario, Jolie, de 42 años, se une a la OTAN «para ayudar a trabajar en un área que afecta a la relación» de la Alianza con los civiles y en la que consideró que «hay mucho que mejorar».

La californiana citó casos concretos como el de Afganistán, donde la OTAN ha reforzado recientemente su misión de asesoramiento, formación y asistencia de las tropas afganas. «Si bien ha habido progresos, hay mucho más por hacer», afirmó.

Stoltenberg, por su parte, defendió que la Alianza cuenta con programas extensivos de entrenamiento para soldados y civiles que operan sobre el terreno en el país y ha desplegado «asesores de género» en sus operaciones, pero admitió la necesidad de incrementar la acción, con más entrenamiento, así como de «ser más rápidos y sistemáticos» para acabar con la impunidad.

El acuerdo con ACNUR abarca tres áreas: el entrenamiento, la supervisión y la denuncia de los crímenes y la concienciación, que «ayudará a poner la violencia de género en lo más alto de la agenda, y contribuirá a cambiar comportamientos», aseguró Stoltenberg.

De Jolie, el político noruego destacó su experiencia en acción humanitaria, que puede ser útil para la Alianza puesto que «conoce cuán vulnerables son las personas en conflicto, especialmente mujeres y niñas».

«Este conocimiento servirá a la OTAN para incrementar los esfuerzos; también nos puede ayudar a incrementar la concienciación», agregó.

Para la actriz, su visita se centra en conocer «el papel potencial de la OTAN en ayudar a crear una mayor responsabilidad global en la lucha de la violencia contra las mujeres».

«Me he encontrado con muchas víctimas de violencia de género y me gustaría poder ponerles una cámara para que pudieran hablar por sí mismos (...). Lo mínimo que puedo hacer es ser una voz para ellos y darles el apoyo y la protección que se merecen», defendió.

La actriz de Hollywood, también profesora visitante sobre esta materia en la London School of Economics (LSE), destacó que «terminar con la impunidad» de estos crímenes «masivos» no es «solo una cuestión de proteger a las mujeres», sino de «valorarlas».

«No puede haber paz y seguridad duraderas sin igualdad de derechos y participación de las mujeres en las sociedades», argumentó.

Jolie argumentó que ningún reto, «desde conflictos civiles hasta la crisis global de refugiados, puede enfrentarse sin prestar más atención a las necesidades y derechos de las mujeres».

La ONU denuncia la violencia sexual como arma de guerra y en particular la escalada de crímenes perpetrados por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en territorios bajo su control.

Según un informe publicado por la organización en abril, los casos son persistentes en 19 países en conflicto, incluidos Afganistán, Irak, Siria, Libia, Yemen, la República Centroafricana, Somalia y Sudán del Sur.