El ataque con un software nocivo 'secuestró' terminales en más de cien países con el simple objetivo de causar estragos, según la administración norteamericana. | Efe

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Estados Unidos culpó hoy a Corea del Norte del ataque cibernético ocurrido en mayo pasado con el virus WannaCry, el cual bloqueó más de 200.000 ordenadores de empresas e instituciones en 150 países alrededor de todo el mundo.

El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tom Bossert, hizo oficial esa acusación contra Pyongyang y recordó que el ataque no solo provocó pérdidas económicas, sino que, en el caso del Reino Unido, puso vidas en peligro al comprometer su sistema sanitario.

«Después de una cuidadosa investigación, Estados Unidos atribuye públicamente el ataque cibernético masivo a Corea del Norte. No formulamos esta acusación a la ligera», apuntó Bossert en una rueda de prensa.

El asesor de la Casa Blanca explicó que el Gobierno estadounidense basa sus acusaciones en «enlaces técnicos a cibermedios, 'tradecraft' (espionaje comercial) e infraestructura operacional de Corea del Norte previamente identificados», por lo que no tienen duda del origen del ataque.

Bossert indicó que los norcoreanos pudieron recaudar dinero a través de WannaCry como un logro adicional, pero aseguró que su objetivo era simplemente crear estragos.

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«Creo que todo lo que pasa en Corea del Norte pasa con y bajo la dirección de su liderazgo», indicó sobre la procedencia del ataque.

«A medida que hacemos que internet sea más seguro, seguiremos responsabilizando a quienes nos perjudican o intentan amenazarnos, ya sea que actúen solos o en nombre de organizaciones delictivas o naciones hostiles», añadió.

Asimismo, Bossert aseguró que los gigantes tecnológicos Microsoft y Facebook tomaron medidas para «desactivar una serie de explosiones cibernéticas de Corea del Norte» e hizo un llamamiento para que el sector privado «niegue» al país asiático «y a los malos actores la capacidad de lanzar ciberataques imprudentes y destructivos».

En ese sentido, el asesor insistió en la necesidad de que las empresas privadas involucradas en el desarrollo de la red y las comunicaciones tomen medidas para prevenir este tipo de ataques.

En cuanto a las posibles consecuencias contra Corea del Norte, Bossert consideró que hay «poco espacio» para la actuación contra Pyongyang, ya que Washington ha ejercido presión sobre el Gobierno norcoreano desde casi todos los frentes posibles.

«El presidente Trump ha utilizado casi todas las palancas que puede usar, salvo matar de hambre a la gente de Corea del Norte hasta la muerte para cambiar su comportamiento. Así que no tenemos mucho margen aquí para ejercer presión para cambiar su comportamiento», consideró.