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La justicia francesa condenó este jueves a penas de siete años de cárcel a los etarras Raúl Aduna Vallinas y Julen Mendizábal Elezkano y a seis años a otros cuatro miembros de la banda arrestados en la misma operación que se llevó a cabo simultáneamente el 7 de mayo de 2013 en tres ciudades de Francia.

El Tribunal Correccional de París siguió la directriz de la Fiscalía de imponer las penas más duras a Aduna y Mendizábal porque eran los que más tiempo llevaban en la clandestinidad, desde 2001 y 2009, respectivamente.

Además, condenó a seis años de cárcel a Ekhine Eizaguirre Zubiaurre, Kepa Arkauz Zubillaga, Andoni Goicoechea Gabirondo e Igor Uriarte López de Vicuña.

Los seis tendrán que seguir en prisión y cuando terminen de cumplir sus penas deberán ser expulsados definitivamente de Francia, de acuerdo con el dictamen de los jueces, que los consideraron culpables de todos los delitos de los que habían sido inculpados.

También prohibieron a Eizaguirre, Uriarte, Goicoechea y Aduna la tenencia de cualquier arma que necesite permiso durante diez años, teniendo en cuenta que los investigadores les habían atribuido a ellos las cuatro pistolas que les requisaron al ser capturados.

Eizaguirre y Arkauz fueron arrestados en un apartamento de Blois (centro de Francia) y, de acuerdo con la acusación, eran «miembros de la estructura de falsificación de ETA», a la vista del material que se les encontró, así como de la «masa» de documentos de identidad que tenían, incluidos algunos originales.

En otro piso franco de Montpellier (sur) estaban Uriarte y Mendizábal, mientras que Goicoechea y Aduna fueron detenidos en una vivienda que ocupaban en Brive la Gaillarde (oeste).

La Fiscalía señaló que estos cuatro «pertenecían al aparato logístico militar» porque, entre otras cosas, tenían material para ocuparse de la gestión de los zulos de la organización terrorista.

A unos y a otros se les requisaron armas, más de 20.000 euros en efectivo -dinero que, según la acusación, procedía de la extorsión practicada por ETA-, abundante documentación falsificada -utilizada, por ejemplo, para alquilar clandestinamente apartamentos y plazas de aparcamiento-. Tenían igualmente en su poder coches que habían sido robados para desplazarse.

De hecho, el Tribunal atendió las demandas de algunas de las personas que se habían constituido en acusación particular en este proceso por el robo de sus vehículos que fueron utilizados por los etarras y que -teóricamente, si no fueran insolventes- les tendrán que indemnizar con una suma total próxima a los 50.000 euros.

Se trata de la primera condena en Francia para esos seis miembros de ETA. Cuando fueron detenidos, España buscaba a cinco de ellos y en 2011 la Audiencia Nacional había dictado euroórdenes contra Eizaguirre, Goicoechea y Uriarte.