Matteo Renzi en la sede del Partido Demócrata. | REMO CASILLI

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El ex primer ministro italiano, Matteo Renzi, recuperó este domingo la secretaría general del Partido Demócrata (PD), al vencer en las elecciones primarias celebradas casi tres meses después de dimitir del cargo que ahora volverá a desempeñar.

«No es el segundo tiempo del mismo partido», advirtió Renzi en la sede del PD al comparecer para asumir la victoria, a falta de resultados oficiales del escrutinio pero que sus rivales ya reconocieron y que indican que el antiguo secretario general alcanzó una victoria por amplísimo margen.

«El Congreso firma el comienzo de una nueva página», valoró Renzi sobre este proceso de primarias, y agradeció «a las amigas y amigos que trabajan en el Gobierno del país, comenzando por (Paolo) Gentiloni», quien le sustituyó al frente del Ejecutivo.

«Esperamos mucho de todos vosotros los que trabajáis en el Gobierno y trabajaremos a vuestro lado con mucha convicción», prometió el nuevo secretario general del PD.

Aunque no se ofrecieron cifras oficiales los avances del escrutinio procedentes de sedes del partido en todo el país indicaban que la victoria de Renzi puede situarse en torno al 70 % de los sufragios, con una participación de unos dos millones en datos oficiales provisionales.

El ministro de Justicia, Andrea Orlando, reconoció en seguida la «victoria amplia» de Renzi, mientras que el Gobernador de Apulia (sur), Michele Emiliano, prefirió dar un consejo a Renzi: «cuando la vida te da una segunda ocasión, tienes que tener la inteligencia de tomarla».

Los apoyos de Orlando podrían haberse situado en torno al 20 % de los sufragios, mientras que a Emiliano le podrían haber apoyado alrededor del 7 % de los votantes.

Renzi ya partía como favorito en estas primarias, después de que el pasado 2 de abril alcanzara un 68 % de los votos de las elecciones internas del PD que precedieron a las primarias celebradas hoy.

A votar estaban convocados todos los ciudadanos, afiliados al partido o no, estos últimos previo pago de dos euros y también pudieron depositar su sufragio otros ciudadanos de la UE con residencia en Italia y los extracomunitarios con permiso para estar en el país.

Sobre qué le espera a sus seguidores en el territorio de las alianzas que podrá tejer Renzi en los próximos meses para abordar unas elecciones para las que no hay fecha, el nuevo líder del PD no dio nombres.

«Queremos hacer la gran coalición con los ciudadanos, no con presuntos partidos que no se representan ni a sí mismos», dijo Renzi, de quien sus rivales en las primarias criticaron no haber excluido un acercamiento táctico al líder de la conservadora Forza Italia, el ex primer ministro Silvio Berlusconi.

Y Renzi reconoció además, frente a quienes le reprocharon haber personalizado en él mismo al PD y de mandar de tal modo que favoreció las escisiones en sus propias filas, que ha «aprendido que este no es un partido personal».

«Cuando cientos de miles de personas vota, ¿cómo se puede decir que este es un partido de una persona?», agregó en las primeras palabras que pronunció en la sede romana del PD.

Renzi dimitió el pasado diciembre después de que los electores italianos rechazaran por mayoría en referéndum la reforma del Senado, una de las medidas principales de su gestión como primer ministro, de cuya aprobación hizo vincular su continuidad al frente del Ejecutivo.

En febrero también decidió dejar el cargo como secretario general del PD, lo que favoreció la celebración de las elecciones primarias que hoy le proporcionaron el regreso al frente del partido, en el que han proliferado en los últimos meses las escisiones.

El ex alcalde de Florencia nunca ocultó que se volvería a presentar como candidato a dirigir el PD y esa actitud le costó a la formación que algunos de sus líderes históricos, como el ex primer ministro Massimo D'Alema o Pierluigi Bersani, lo abandonaran para crear un nuevo partido.