En la imagen, el presidente francés Francois Hollande y el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier. | GONZALO FUENTES

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Los presidentes de Francia, François Hollande, y de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, subrayaron este jueves la responsabilidad de sus dos países para dar una dirección a la Unión Europea con vistas a una mayor integración una vez activado el procedimiento del 'brexit'.

Hollande y Steinmeier, que celebraron un almuerzo de trabajo en París con ocasión de la primera visita oficial al extranjero del nuevo jefe de Estado alemán, también insistieron en que las negociaciones con el Reino Unido abordarán en primer lugar las condiciones de salida de la Unión Europea (UE), y sólo después las futuras relaciones entre las dos partes.

«Tenemos una responsabilidad eminente para dar una dirección a Europa (...) para construir la Europa del futuro», señaló el presidente francés en una declaración conjunta ante la prensa al término de su encuentro, después de que el Reino Unido activase este pasado miércoles el artículo 50 de los tratados europeos para abandonar la UE.

En la misma línea, Steinmeier reiteró que Alemania y Francia «tendrán que asumir una responsabilidad todavía más grande» para continuar con el proceso de integración europea.

Y eso ha de traducirse -añadió- en que «Europa debe ser capaz de dar respuestas a las cuestiones que no las han encontrado hasta ahora», atendiendo a las demandas de los ciudadanos.

El político socialdemócrata hizo hincapié en que más allá de la cuestión de una posible modificación del marco europeo, lo que hay que tener en cuenta es que «Europa es indispensable» e «ineludible».

Sobre las discusiones que se abren ahora entre Londres y Bruselas por el 'brexit', el socialista Hollande recordó las líneas maestras de la UE para la negociación.

Según el mandatario francés, primero hay que arreglar «la cuestión de la salida del Reino Unido antes de abordar la segunda etapa», en la que se definirá la nueva relación entre los dos bloques una vez se haya consumado esa separación.

Precisó que una cuestión prioritaria de esa separación es la de los ciudadanos europeos que viven en el Reino Unido y la de los británicos que residen en otros países de la Unión.

Los dos mandatarios también se marcaron como tarea responder a «la tentación del repliegue» y a «la trampa nacionalista», según los términos utilizados por Hollande.

El jefe de Estado galo resaltó que a ambos les une «la común aspiración de luchar contra toda forma de extremismo», en un año en el que tanto Francia como Alemania afrontan citas en las urnas.

A ese respecto, Steinmeier mostró preocupación por la atracción que percibe en ambos países por regímenes «autoritarios» y afirmó que «hay que luchar contra la tentación a la simplificación».