En la imagen, niños yemeníes recogiendo agua donada en Saná, Yemen. | YAHYA ARHAB

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Unos 17 millones de yemeníes, dos tercios de la población de este país, necesitan asistencia urgente para evitar el riesgo de morir de hambre en los próximos meses, alertó este miércoles la ONU.

Yemen afronta actualmente la hambruna más grave del mundo, según las conclusiones del informe de la ONU sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición de Emergencia de febrero de 2017, según un comunicado conjunto enviado por la ONU y otros organismos internacionales.

El número de personas en riesgo de hambruna en el país ha aumentado un 21 % desde junio pasado y la situación de «emergencia» alimentaria o de «crisis» ya afecta a 20 de las 22 provincias del país.

Cerca de 2,2 millones de niños padecen desnutrición aguda, de los cuales 462.000 están en estado «grave» y tienen diez veces más riesgo de muerte que los niños sanos y pueden sufrir problemas de desarrollo aunque reciban tratamiento, según la representante de Unicef en el Yemen, Meritxell Relaño, citada en el comunicado.

El conflicto armado, desatado en 2014, ha afectado la producción de alimentos, ha interrumpido la importación y ha contribuido al «colapso» de los servicios públicos y las redes de asistencia social, según el informe.

Las provincias de Taiz y Hodeidah, dos regiones productoras de alimentos, han sido objeto de una violencia intensa en los dos últimos años y ahora tienen las tasas más altas de malnutrición del país.

En la ciudad de Taiz, la tasa de malnutrición alcanza ya el 25 % de la población, diez puntos por encima del umbral de emergencia fijado por la Organización Mundial de la Salud.

La ONU reiteró su petición de que las partes permitan el acceso de la ayuda humanitaria, que ahora está restringido a las principales ciudades por la inseguridad.

El conflicto se recrudeció a comienzos de 2015, con la participación de la coalición árabe liderada por Arabia Saudí que interviene a favor del presidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, y en contra de los rebeldes hutíes.