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Los cuatro presuntos terroristas detenidos en Estrasburgo el pasado fin de semana preparaban un atentado «de gran envergadura» en Francia el próximo 1 de diciembre y, al igual que otro arrestado en Marsella en la misma operación, estaban «teledirigidos» desde Siria o Irak por el Estado Islámico (EI).

El fiscal de París, François Molins, señaló hoy en conferencia de prensa que no se ha podido establecer exactamente cuál era el objetivo de ese atentado, que en cualquier caso era «inminente».

Horas después, el presidente francés, François Hollande, felicitó «a los servicios secretos, a los policías y a los magistrados que han permitido desmantelar esta red, que nos ha evitado un ataque de gran envergadura"

En un desplazamiento a una escuela de policía en Nimes, Hollande recordó que sólo desde comienzos de este mes de noviembre los servicios antiterroristas han detenido a 43 individuos, de los cuales 28 han sido presentados ante el juez.

Molins confirmó que los cinco presuntos terroristas de la operación del pasado fin de semana habían recibido las mismas instrucciones del mismo interlocutor, desde las zonas de Siria o Irak controladas por el EI, para obtener armas y explosivos.

Según las filtraciones de los últimos días en la prensa, uno de los cuatro hombres capturados en Estrasburgo, que eran amigos desde hace bastante tiempo y se comunicaban por una red cerrada a través de una línea telefónica específica, había confesado a los policías que entre sus objetivos estaban centros de mando de la policía en la región de París.

Molins señaló que los cinco -detenidos en la madrugada del domingo pasado- comparecen hoy ante magistrados antiterroristas con vistas a su inculpación por terrorismo, pero también por adquisición, tenencia y transporte de armas, y que solicita prisión provisional para ellos.

Los cuatro de Estrasburgo tienen entre 36 y 37 años y son franceses, aunque dos de ellos tienen doble nacionalidad, uno de Túnez y otro de Marruecos.

Les requisaron armas (básicamente pistolas y munición), pero también documentos en soportes de papel e informático que ponen en evidencia sus vínculos con el EI, pues glorificaban la idea de morir como mártires y juraban lealtad a esta organización, además de proferir «amenazas» contra Francia.

Además, como el marroquí detenido en Marsella (identificado como Hicham E, de 46 años), también tenían instrucciones de un interlocutor que se sitúa en la zona controlada por el EI en Siria e Irak, para aprovisionarse de armas.

De hecho, Hicham E., que era residente en Portugal desde 2013, había viajado en los últimos años por Europa con documentación falsa, no tenía domicilio fijo en Francia y llevaba, al ser arrestado en Marsella, 4.281 euros que los investigadores creen que eran para comprar armas.

En un soporte informático incautado en el domicilio de uno de los detenidos en Estrasburgo había un texto en el que se hablaba de la posibilidad de una entrega de armas, así como indicaciones con coordenadas de GPS para dotarse de armamento y munición.

Dos de los presuntos terroristas de la célula de Estrasburgo, Hicham M. y Yacine B., habían sido detectados en la frontera de Turquía con Siria en marzo de 2015, un viaje que habían realizado pasando por Chipre.

También el marroquí arrestado en Marsella estuvo en esa frontera y fue expulsado de Turquía en el verano de 2015 por haber intentado entrar en Siria.

Molins hizo hincapié en que los elementos disponibles prueban que los cinco estaban «teledirigidos» desde las áreas dominadas por el EI en Siria e Irak, aunque reconoció que por ahora no hay elementos que demuestren que los de Estrasburgo habían mantenido contactos directos con el de Marsella.

Francia es el país europeo más castigado por el terrorismo en el último año y medio, durante el que ha registrado 230 víctimas mortales, entre las que se incluyen 130 de los ataques del 13 de noviembre de 2015 en París y en la vecina Saint Denis y 84 del atentado de Niza el 14 de julio de 2016.